La pandemia de Covid-19 está siendo un factor que está pesando en la política tlaxcalteca, por lo que en los siguientes días habrá que ver qué otras sorpresas nos presenta. Por lo pronto se especula que el próximo viernes 20 de noviembre Tlaxcala podría retroceder en el semáforo epidemiológico de la Secretaría de Salud y pasar del color amarillo al naranja con riesgo de regresar al rojo.

 

Dos actores políticos que aspiraban a cargos públicos en los comicios del 2021 y que andaban muy activos promocionandose han perdido la vida ante esa mortal enfermedad. El senador y líder de Morena Joel Molina Ramírez y el ex priista y precandidato morenista a la presidencia municipal de Tlaxcala Ricardo Amaro Ramírez.

 

El primero buscaba la candidatura al gobierno del estado y además era el que traía el pulso de los aspirantes morenistas a otros cargos como alcaldes y diputados locales. El segundo era uno de los operadores más cercanos a la ex delegada de programas de desarrollo de la Secretaría de Bienestar, Lorena Cuéllar Cisneros, de ahí que estaba siendo considerado como una carta fuerte para representar a Morena en la elección por la alcaldía capitalina.

 

Ambos se contagiaron de Covid-19 y ninguno pudo recuperarse. Sus decesos movieron a la clase política y pusieron en evidencia que esa enfermedad no perdona y que en algunos casos es mortal y devastadora.

 

Todos los aspirantes a un cargo de elección popular que andan en reuniones sin respetar las medidas sanitarias deberían pensar dos veces su actitud, pues está claro que la pandemia sigue presente y que los casos de personas infectadas van en aumento al igual que el número de pacientes fallecidos.

 

A nivel nacional se reportan más de 95 mil personas muertas por coronavirus y para las siguientes semanas se espera un repunte de mexicanos enfermos y hospitalizados en la medida en que también se vayan presentando casos de influenza.

 

La ocupación de camas generales para pacientes Covid-19 en el país es del 33 por ciento y del 26 por ciento en camas críticas. En Tlaxcala si bien la última semana se tuvo un promedio de entre 17 y 20 casos diarios de infectados por ese mortal virus, para la actual ya se están reportando entre 20 y 25 enfermos cada 24 horas.

 

Lo anterior ya encendió los focos de alarma en la Secretaría de Salud del Estado a cargo de René Lima Morales, quien en corto no descarta que Tlaxcala regrese al color naranja del semáforo epidemiológico y se suspendan algunas actividades una vez que hayan concluido las promociones comerciales de El Buen Fin.

 

Las autoridades de sector Salud no quisieron mover el pasado viernes a la mayoría de los estados del color que tenían en el semáforo epidemiológico a fin de no afectar la economía del país y las ventas que se realizan con El Buen Fin, sin embargo esa decisión pudiera traer graves consecuencias porque es obvio que en los siguientes días se multiplicarán los contagios de Covid-19 y muy probable se saturen los hospitales dispuestos para atender a ese tipo de enfermos.

 

Las posibilidades de que una persona contraiga la enfermedad aumentan si ésta utiliza el transporte público, o si asiste regularmente a centros comerciales o supermercados o acude a restaurantes donde ofrecen servicio de buffet.

 

El Covid-19 está afectando la política tlaxcalteca y próximamente influirá en el desarrollo de las elecciones locales porque seguramente las autoridades impondrán algunas medidas restrictivas que pegaran a los aspirantes a un cargo. La promoción será complicada y sus estrategias comunicativas tendrán que ser novedosas y a través del Internet, pero sobre todo deberán contar con una estructura operativa que sea efectiva y con capacidad de mover a los ciudadanos y a las ciudadanas.

 

La efervescencia electoral ya se vive, pero es necesario cuidarse para ver cómo se desarrolla y cómo termina.