Al viejo estilo y rodeado de cascajo y cartuchos quemados, los futuros dirigentes del ex partidazo, Noé Rodríguez Roldán y Mildred Vergara Zavala, se presentaron ante la sociedad y solicitaron su registro para encabezar la presidencia y la secretaria general del PRI en Tlaxcala, situación que sólo emocionó a sus amigos porque con esos “liderazgos” el tricolor va al rumbo al precipicio y a enfrentar otra dolorosa derrota en los comicios del 2021.

De entrada el menismo demostró una vez más que es un grupo extremadamente compacto y carente de cuadros, de ahí que no resulta extraño que haya cedido el PRI a un camaleónico Noé Rodríguez que cuando le conviene y de forma clandestina muestra su abierta simpatía con Morena, el partido que fundó el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.

El ex secretario de Comunicaciones y Transportes no sólo ha negado ser menista o tener algún vínculo con el ex gobernador Mariano González Zarur, pues antes se asumía como miembro del grupo del ex presidente del país, Enrique Peña Nieto y últimamente se decía amigo del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”.

Noé Rodríguez es un eterno aspirante a la candidatura del PRI al gobierno de Tlaxcala. En el 2015 y en 2016 conformó un grupo de priistas tlaxcaltecas resentidos y marginados por la administración de Mariano González, el cual tuvo cierta representatividad al grado que el oriundo de Calpulalpan recibió cierto respaldo para moverse y por ello fue designado delegado de la Secretaría de Gobernación en el vecino estado de Puebla.

Su nombre fue considerado para suceder al hacendado gobernador, pero González Zarur operó y terminó impulsando al actual mandatario Marco Antonio Mena Rodríguez, quien decidió negociar con Noé Rodríguez que rápidamente aceptó un cargo y se sumó al proyecto de su contrincante, dejando alborotados a todos los priistas que respaldaron sus aspiraciones.

Al iniciar el gobierno menista, Rodríguez Roldán encontró trabajo y nunca más se preocupó por los priistas que lo hicieron crecer y que fueron un factor para negociar con Marco Mena.

De Mildred Vergara hay muy poco que decir. Es hija del mapache electoral y mañoso director general del Cobat, Victorino Vergara, quien en los últimos años ha hecho todo lo imposible por impulsar la carrera de esa limitada mujer que siempre va de relleno y de suplente de candidatas priistas que obviamente tienen un mayor peso político y un mejor desempeño de sus neuronas.

No se sabe si su llegada al PRI representa una posición de Anabell Ávalos Zempoalteca, presidenta municipal de Tlaxcala o los intereses del grupo menista. Seguramente utilizará el cargo para promoverse y tratar de convertirse en candidata a diputada local, por lo que desde hoy descarte que esa “hija de papi” se vaya a poner a trabajar para que el ex partidazo recupere su grandeza.

Noé Rodríguez y Mildred Vergara son sinónimo de conveniencia, torpeza y fracaso, lo cual lo terminará pagando y padeciendo el PRI que se equivocó al darles el liderazgo de ese partido a personajes tan mediocres.

Pero no crea que todo está perdido en ese partido, pues es obvio que también cuenta con militantes que operan y sin hacer mucho ruido trabajan, como es el caso de Enrique Padilla Sánchez que el pasado viernes por la tarde logró reunir a más de mil 500 personas en el auditorio de El Sabinal con el propósito de celebrar la tradicional posada.

Padilla Sánchez ha organizado por más de diez años esa posada que le genera simpatías y apoyos, por lo que no sería raro que empezara a ser considerado como un serio aspirante a un cargo de elección popular para los comicios del 2021.

Finalmente, le cuento que el sábado quedó amarrado el presupuesto de egresos del 2020. Hubo acuerdos entre los diputados y el Poder Ejecutivo, de ahí que de un momento a otro quedará aprobado.

Los diputados dispondrán de un fondo de 504,983,212 pesos que serán etiquetados para obras en los municipios. En el proceso de autorización ya no sólo tendrán injerencia los legisladores, sino el gobierno de estado a través de la Secretaría de Planeación y Finanzas.