El sistema estatal anticorrupción es un fracaso rotundo de la actual administración porque ese andamiaje de instituciones y de leyes que se creó para castigar esas conductas sólo es un oneroso adorno y un claro ejemplo de lo que no se debe hacer y permitir. El tiempo es implacable y pronto confirmará que en Tlaxcala lo que menos existe es voluntad política para investigar y sancionar la corrupción que existe en el ámbito municipal y estatal.

Un buen parámetro para medir que tanto se ha avanzado en la lucha contra el problema de la corrupción es el gris y mediocre desempeño del encargado de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, Pedro Sánchez Ortega, quien desde hace más de un año sigue sin implementar alguna medida o política pública para contrarrestar ese fenómeno y tampoco ha logrado ningún avance en la estrategia legal que permita judicializar algunos de los 300 casos que conoce, pero que es obvio que no atiende ni resuelve.

Si la instrucción que recibió el nefasto procurador de Justicia, José Antonio Aquiahuatl Sánchez, fue la de no integrar las carpetas de investigación relacionadas a asuntos de corrupción, era necesario que ese funcionario tuviera una marioneta que siguiera al pie de la letra sus órdenes, de ahí que impulsó la llegada a la mencionada fiscalía de Sánchez Ortega que dedica más esfuerzos a sus ligues y a perder el tiempo en reuniones de la convención nacional de fiscales anticorrupción y del Comité Coordinador del Sistema Anticorrupción del Estado, donde nunca ha aportado alguna propuesta para combatir ese problema.

Desde que Pedro Sánchez llegó a la mentada fiscalía aparecieron algunas mujeres que sin tener el perfil han logrado subir de puesto y sobre todo mostrar una influencia muy extraña en esa área de la PGJE.

Una de ellas sería la poderosa Secretaría Técnica Laura Avilés Romano, quien asume un comportamiento de primera dama al grado que no tuvo problema para dar trabajo a su tía Cecilia Romano Sanluis, quien funge como enlace de vinculación institucional entre la fiscalía y el comité coordinador.

Pedro Sánchez tiene más de 25 años como agente del ministerio público. En su gris trayectoria suma un expediente de quejas y una que otra recomendación de organismos defensores de los derechos humanos. Es obvio que ese licenciado no está a la altura para el cargo, porque es evidente que es un farsante que no hace nada y ni hará algo por combatir la corrupción en Tlaxcala.

Se sabe que el protegido del procurador Aquiahuatl realizaría en sus tiempos libres oscuras negociaciones para apelar las carpetas de la PGJE, facilitando la salida de la cárcel de los culpables de ciertos delitos, lo que dejaría entre ver que es un fiscal que lejos de castigar en realidad fomenta la corrupción que se encuentra muy arraigada en esa dependencia.

Persiste la crisis en Morena

El grupo morenista afín al presidente Andrés Manuel López Obrador no puedo posponer la renovación de la dirigencia estatal y nacional de Morena ni adecuar los estatutos para llevar a cabo ese proceso a través de encuestas.

La presidenta del CEN de Morena, Yeidckol Polevnsky, fracasó en su intento de convocar a un Congreso Nacional para el domingo 17 de noviembre y su principal detractora Bertha Luján consiguió que el Consejo Nacional aprobara la celebración de un Congreso Extraordinario el domingo 24 de los corrientes.

Bertha Luján presidirá este Sexto Congreso Nacional Extraordinario con el propósito de que sus integrantes nombren un nuevo Comité Ejecutivo Nacional, y una nueva Comisión Nacional de Elecciones, órganos que se encargarían de depurar el padrón de militantes de Morena y de organizar 300 asambleas distritales para elegir consejeros estatales, quienes a su vez nombrarían a las nuevas dirigencias estatales y a los consejeros nacionales.

Yeidckol Polevnsky no asistió a la sesión del Consejo Nacional, pensando que éste no reuniría el quórum legal, sin embargo mandó a un notario público y sus equipos de grabación, los cuales pudieron constatar que la reunión sí se llevó a cabo con los acuerdos arriba mencionados.

En Tlaxcala el grupo de Bertha Luján representado por los senadores tlaxcaltecas Ana Lilia Rivera y Joel Molina celebró tal determinación, porque saben que con esas condiciones no perderán el control del partido en el estado ni a nivel nacional, situación que según ellos les dará mano para elegir a los candidatos que participarán en las elecciones del 2021. Será.