El comportamiento desastroso, errático, inconsistente y contrario a los lineamientos con que operan la mayoría de los congresos de los estados y el Congreso de la Unión en poder de la Cuarta Transformación ha encendido los focos de alarma en el Poder Legislativo de Tlaxcala, donde los 17 diputados que conforman ese grupo mayoritario representado por Morena, el PT y el PES han patentizado que lo suyo son los lujos y excesos, los yerros, el solapamiento de la corrupción, ser títeres de ocasión y veletas que sólo buscan satisfacer sus interés económico.

El ridículo mayúsculo en que incurrieron ayer los diputados tlaxcaltecas integrantes de la Cuarta Transformación no sólo fue documentado en la Secretaría de Gobernación donde despacha la ex ministra Olga Sánchez Cordero Dávila, sino en la dirigencia nacional de Morena bajo la responsabilidad de Yeidckol Polevnsky Gurwitz.

En ambas instancias se comprobó que los legisladores no sólo aprobaron un exhorto para el parlamento de Veracruz y al gobernador de aquella entidad, Cuitláhuac García Jiménez, para que respeten la autonomía de la Fiscalía General del Estado, sino que permitieron que el diputado panista de Tlaxcala Omar Milton López Avendaño subiera a la tribuna para hacer pomada al gobierno de López Obrador y a sus compañeros de Morena, el PT y el PES, a quienes los tachó de avorazados y de practicar la corrupción.

Resulta que el Poder Legislativo de Tlaxcala en manos de Morena, el PT y el PES se prestó al juego del PAN y del PRI para cuestionar al Congreso del Estado de Veracruz y al gobernador de esa entidad que forman parte del partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de ahí que no se explican porque razón la inútil petista y presidenta de la Junta de Coordinación y Concertación Política, Irma Garay Loredo y el jefe del grupo mayoritario de los morenistas, Víctor Manuel Báez López, respaldaron y operaron para aprobar tal postura.

El enojo que provocó ese exhorto a nivel nacional fue enorme, como el que mostró el legislador local de Morena, Miguel Piedras Díaz, quien no tuvo problema para tachar a la pazguata de Irma Garay de incapaz al permitir la aprobación de un exhorto de tal naturaleza y no tener la mínima capacidad para enfrentar en tribuna al panista Omar Milton López que lanzó múltiples señalamientos al gobierno federal de AMLO y al desempeño de los diputados locales de Tlaxcala, a quienes acusó de llevar a cabo una transformación de cuarta.

Las críticas del panista López Avendaño fueron contundentes y ningún diputado de Morena, el PT o el PES tuvo la capacidad para subir y defender el proyecto de López Obrador y el que ellos dicen representar en Tlaxcala.

La mediocridad de Irma Garay y Víctor Manuel Báez fue descomunal, pues aunque se dicen los representantes y dueños de la Cuarta Transformación en el Congreso del Estado, en los hechos resultaron unos advenedizos.

Nadie está contento con el desempeño de los actuales diputados locales de Morena, el PT y el PES, por lo que no sería extraño que desde la Ciudad de México se empiecen a mover algunos hilos para tratar de regresar al redil a esos legisladores que están lejos de tener un comportamiento que los ciudadanos aprueben. La intención es que esos representantes populares se abstengan de hacer tonterías y muestren tantito decoro para al menos subir a la tribuna y defender al gobierno federal de los embates de un legislador panista.

Los escándalos pueden ser de ahora en adelante la constante en la actual legislatura. El asunto del programa federal jóvenes construyendo el futuro dejará muy mal parados a algunos diputados tlaxcaltecas, al igual que el uso de los recursos millonarios que dispusieron para etiquetar obras en los municipios y entregar apoyos al campo, porque hay evidencias de que varios incurrieron en presuntos actos de corrupción.

Con estos antecedentes y comportamiento quién no está decepcionado de la actual legislatura.