La decisión inicial de suspender el programa de estancias infantiles que había tomado el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, seguramente se cancelará porque hasta ahora no ha encontrado los elementos y las justificaciones para desmantelar ese proyecto que funcionó en la administración panista de Felipe Calderón Hinojosa y en la priista que encabezó Enrique Peña Nieto.
Aunque muchos interpretarán la permanencia de las estancias infantiles como un fracaso del gobierno de López Obrador por no concretar la cancelación del programa, lo cierto es que ese esquema para ayudar a las madres de familia que trabajan y que tienen hijos menores de cuatro años se mantendrá, pero con nuevas reglas de operación que implicará una disminución del número de inmuebles que operan actualmente.
En Tlaxcala se tiene registradas 235 estancias infantiles que implicaban un gasto mensual de 7.1 millones de pesos, es decir, alrededor de 85 millones de pesos al año. Con esa cantidad se beneficiaba a más de 2,500 jefas de familia del estado.
Aunque en otras entidades se ha documento casos de corrupción en esas instancias que tenían inflados los padrones o que operaban sin ofrecer la calidad de los servicios a que estaban obligadas, en Tlaxcala se tiene acreditado que en dos se registraron acusaciones de abuso sexual y que otras más funcionan sin las condiciones necesarias para atender a los infantes.
De las 235 estancias inscritas en el programa que opera en 59 de los 60 municipios de la entidad, sólo 135 inmuebles cuentan con Clave Escolar de Registro en Tlaxcala, es decir, que están incorporadas a la Secretaría de Educación Pública.
De acuerdo con la revisión que se lleva a cabo a nivel federal, es muy probable que en Tlaxcala 100 estancias infantiles o más queden fuera del programa y dejen de recibir el apoyo que otorga el gobierno federal.
La Auditoría Superior de la Federación en su momento acreditó que la mitad de las estancias están ubicadas en localidades con muy bajo grado de marginación, cuando el programa está enfocado en madres y padres con problemas económicos que requiere apoyos para el cuidado de sus hijos al momento de salir a trabajar.
Quedarán fuera las que no hayan acreditado el cumplimiento de los requisitos de afiliación, aquellas que no hayan comprobado y justificado la entrega de los subsidios o las que no pudieron documentar que los beneficiarios cumplían con los lineamientos establecidos para recibir ese apoyo del gobierno federal.
Se espera que antes del 28 de febrero se conozcan los nuevos lineamientos de operación que deberán cumplir las estancias infantiles, las cuales serán sometidas a una revisión para determinar el número de inmuebles que funcionará en Tlaxcala y que tendrán derecho a recibir el subsidio de 950 pesos mensuales por cada menor que atiendan.
A nivel federal se tiene previsto para este año un gasto de 2 mil millones de pesos para ese programa que en el 2018 atendió a 9 mil 354 establecimientos que implicaron una inversión de más de 4 mil millones de pesos.
Seguramente la determinación del gobierno federal no será bien vista en Tlaxcala, por lo que no será raro ver de nuevo protestas y manifestaciones de los responsables de esas estancias que quedarán fuera de ese lucrativo negocio que tuvieron por algunos años con el respaldo de funcionarios priistas como la ex delegada de la Sedesol, Mariana González Foullon.
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