El hacendado recurre a lo que criticó hace seis años, lo que demuestra que su amnesia va en aumento.
Hace seis años Mariano González Zarur visualizó las debilidades o los excesos de la administración de Héctor Ortiz y las aprovechó mediáticamente para ubicarse entre el electorado como una opción para lograr la candidatura del PRI y después el gobierno de Tlaxcala.
El hacendado denunciaba que la administración panista usaba de manera indebida la estructura del gobierno para apuntalar al PAN y maldecía la red de mujeres que controlaba la esposa de Héctor Ortiz, Guadalupe Lozano. También se quejaba de la operación política que llevaba a cabo la Universidad Autónoma de Tlaxcala a favor del orticismo.
Sus quejas han quedado en el pasado y su problema de amnesia hoy debería asustar a todos los que están en su principal círculo de poder. Sin el menor cuidado de las formas, el mandatario priista obliga a la estructura de su administración a llenar las presentaciones de cada fin de semana su dócil delfín Marco Antonio Mena Rodríguez.
Y lo que es peor, si se quejaba que los ortices recurrían a la UAT para fines políticos, hoy Mariano González hace lo mismo pero a través de instituciones como el Cobat y el Cecyte, cuyos alumnos y personal administrativo y docente también es amenazado de ir a los actos organizados para arropar al líder del PRI e Tlaxcala que sigue estancando en las encuestas, pese a que sus aduladores insisten en que es el mejor para suceder a su dueño y creador.
El pasado fin de semana en los eventos que se realizaron para, según ellos, demostrar el poder de convocatoria que tiene Mena Rodríguez, los operadores del gobierno estatal como Ernesto Ordónez y Ubaldo Velasco habrían obligado al personal de Sesa que labora bajo contrato y a los docentes del Cobat y Cecyte llenar un salón ubicado cerca de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Es cierto, su presión funcionó y bajo amenazas lograron juntar a cerca de 1,500 personas que acudieron al acto priista, pero ninguna salió convencida y en cambio sí molesta por la opresión a las que están siendo sometidas.
González Zarur y sus operadores son torpes y anticuados. Su actitud de cerrarse a la realidad tendrá un alto costo para ellos, pues aunque obligue a los cerca de siete mil burócratas estatales para que apoyen a Marco Mena, éstos no serán suficientes para imponerlo como candidato del PRI al gobierno, porque si el tricolor quiera ganar simplemente necesita a alguien que cuente con respaldo social legítimo.
Resulta lamentable que Manlio Fabio Beltrones, líder nacional del PRI, incumpla su ofrecimiento de garantizar piso parejo para los aspirantes al gobierno del estado, toda vez que está visto que Mariano González busca imponer a su castrado delfín.
Si mandatarios con respaldo social tienen problemas para dejar a sus sucesores, porque en los hechos eso nunca ha sucedido, no me explico como el gobernador Mariano González que es un político abucheado por el pueblo tenga la fuerza para imponerle al presidente Enrique Peña Nieto al hombre que deberá sucederlo a partir del 1 de enero del 2017.
En la inauguración de la Feria de Tlaxcala, el hacendado no soportó la rechifla que recibió Peña Nieto cuando se mencionó su nombre ante los ciudadanos reunidos en el evento oficial. De inmediato su cuerpo recibió una inyección de adrenalina e intentó verse como el defensor del honor de su jefe político, pero simplemente no pudo y fracasó.
Cuando intentó regañar a los presentes los silbidos y abucheos aumentaron y no le quedó otra más que callar y regresar lastimado en su orgullo al lado de sus invitados que vieron la fragilidad y el rechazo de un pueblo a su gobernador.
Mariano González vive el ocaso del poder y su decadente figura ha empezado a dejar de asustar a un pueblo que lo llevó al gobierno y que hoy quiere cobrarle las afrentas.
La sucesión en columnas nacionales
A continuación se reproduce una columna denominada Serpientes y Escaleras que el periodista Salvador García Soto publicó este día en el periódico El Universal.
Tlaxcala: alianza PAN-PRD y rebelión panista. En el estado más pequeño de la República la alianza PAN-PRD tiene un problema: aunque corresponde al PRD definir al candidato aliancista, el PAN tiene la aspirante mejor posicionada en las encuestas, la senadora Adriana Dávila, que con 23% de conocimiento y opinión efectiva, supera con mucho a la carta del perredismo para la alianza, la senadora del PRD, Lorena Cuéllar, con 7% ¿Cómo resolverán ese acertijo sin que la senadora Dávila se rebele y fracture al panismo?
El PRI tiene en sus sondeos internos a la delegada de Sedesol en Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, como la mejor posicionada, con 12%, seguida del alcalde de Tlaxcala, Adolfo Escobar Jardínez, con 6%, quien es visto como el candidato del gobernador Mariano González, y también figura el ex delegado de la Segob en Puebla, Noé Rodríguez, con 4%.
Hasta aquí lo escrito por el columnista.
Sobre lo escrito por el columnista llama la atención dos cosas, la primera es que deja entrever que a nivel nacional la alianza PAN-PRD en Tlaxcala avanza y que la perredista Lorena Cuéllar será la que encabece esa fórmula, por lo que Adriana Dávila no tendrá otra más que ir por la independiente.
La otra es que en el PRI los que figuran por la candidatura son Anabell Ávalos y Noé Rodríguez. Tan mal habrá salido Marco Antonio Mena Rodríguez que ni siquiera lo mencionan y en cambio sí al panista Adolfo Escobar que para algunos siguen pensando que es otro de los gallos que impulsa el gobernador Mariano González, situación que lejos de ayudarlo lo perjudica y si no basta el ver porcentaje que tiene y que simplemente lo deja fuera de la competencia al interior de su partido.
Imponen consejeros distritales
La reforma electoral a nivel nacional y que tuvo efectos estatales lejos de dar certidumbre sobre la organización de las elecciones locales genera dudas y sobre todo con decisiones como la dada a conocer ayer cuando el INE revela que designó y ratificó 31 consejeras y consejeros electorales que fungirán en los comicios para elegir gobernador, diputados, alcaldes y presidentes de comunidad.
Sin pasar por un proceso de auscultación de los partidos y de la sociedad, el INE bajo el argumento de que los consejos distritales deben estar operando en los primero días de noviembre, determinó conformar esos órganos con personas que cuentan con los conocimientos, la experiencia y el perfil.
La medida resta credibilidad al proceso electoral y confirma cada vez más que es innecesario el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones que sólo ve como el INE se encarga de todo.
Lástima.
Post Views: 42