Suponíamos que el nuevo árbitro electoral sería invulnerable a la perversidad de un ejecutivo que, ya se metió en el ánimo de la presidenta del OPLE.
Dar entrada a la antiética pretensión mariana de intervenir en el desempeño del OPLET es una pésima decisión tomada por la consejera presidenta, Elizabeth Piedras Martínez… comprometiendo por hambre a una institución que se suponía iba a mantenerse incólume del ejecutivo tlaxcalteca.
Nos dicen que Elizabeth ha cometido ese error, algo irreparable. Es más, tendría la oferta mariana de contar con el dinero que necesitan, siempre y cuando a cambio le den dos de las direcciones más importantes del organismo.
¿Dónde quedó la independencia del nuevo árbitro electoral en Tlaxcala?
En la perversa voluntad de Mariano, alegre y satisfecho porque el asunto presupuestal estranguló la actuación de quienes se suponía estaban muy comprometidos con la imparcialidad.
Relacionada con Marcos Rodríguez del Castillo, la consejera presidenta del OPLE, sigue los mismos pasos del presidente del consejo local del Instituto Nacional de Elecciones (INE), de innegable origen priísta y asquerosa parcialidad.
Es este el urdimiento de un anunciado fraude electoral, muy a pesar de la simulación del INE por sacar de la organización de los procesos electorales las manos de los gobernadores en el país.
Es un vacío aprovechado por quien gasta el presupuesto de Tlaxcala en temas que le permitan seguir mangoneando.
Una clara muestra de la verdadera reforma electoral que necesitan estados como Tlaxcala, a merced de voraces gobernantes cuyo comportamiento supera al de un monarca: intocable, impune, arbitrario, autoritario, y con la diferencia que el rey piensa como tal, mientras el saqueador es un villano con poder.
Lo triste de esta crisis es el silencio cómplice de los partidos opositores.
Andan metidos en sus líos de alianzas y protagonismos como para ejercer su derecho a impedir el chanchullo del que pasada la elección los va a tener ocupados berreando su derrota cuando en estos momentos debieran reaccionar.
Morena, un nuevo derrotero
Nadie puede negar la relevancia del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, en el surgimiento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En su momento fue pieza fundamental para las primeras asambleas, gracias a las cuales pudo consolidarse el movimiento.
¿Qué vino después?
El desdibujamiento del proyecto original. El surgimiento de personajes perniciosos actuando con bandera de izquierdosos pero con el miserable objetivo de ganar canonjías y prerrogativas, a costa del movimiento y de quien en un principio les abrió la puerta.
Y encabezaron una acción de rechazo a la senadora Martha Palafox Gutiérrez, tildándola de priísta como falta imperdonable.
Lopez Obrador los llamó, “las cinco golondrinas que no hacen verano”. Y confirmó la salida de Sánchez Anaya, a causa de diferencias básicas en sus respectivos modos de pensar.
¿Cuánto afectará a Palafox la salida del grupo sanchezanayistas del movimiento?
Bueno, el argumento de quienes hoy aguardan sea formalizada su expulsión es contar con 30 mil militantes. Hay el antecedente de foros semivacíos y el ambiente de desánimo en las primeras visitas de Andrés Manuel. Apizaco y Zacatelco son evidencia que los líderes de esos 30 mil en realidad se sobredimensionaban.
Vino algo así como su prueba de fuego, la elección federal pasada. Y se dieron sonadas derrotas sobre las cuales quedará la duda si las campañas fueron acciones de simulación.
Sánchez Anaya ha quedado en libertad de participar en otros proyectos, fuera de Morena.
Y no va a tardar en ser noticia, de hecho ya se ha conocido su inclusión en el proyecto encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Ni quien dude que pueda reencontrarse con el éxito.
Aunque para ello lo debería mover el pragmatismo necesario para librarse de las otras cuatro golondinas que tanto daño le han causado. Lo han devorado, desde el terreno afectivo, hasta el de la confianza a liderazgos muy relativos.
El daño real a Morena, cuyas asambleas inician el 18 de octubre para renovar dirigencia estatal y municipales, podrá verse cuando lleguen las votaciones.
Entonces veremos si se echó encima a 30 mil activistas, o será que nuevos estilos de trabajo hagan más dinámico al Movimiento de Regeneración Nacional.
Nos dicen que en noviembre culminará la primera gira de AMLO por los sesenta municipios. Ya estuvo en 45.
Pero después, ya cuando las campañas estén a todo vapor, el Peje regresará a recorrer nuevamente los sesenta municipios a lado de quien contienda con los colores del Movimiento.
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