El gobernador de Tlaxcala dice que creía en un verdadero INE, no el monstruo con facultades metaconstitucionales creado por los tarugos diputados federales…
Febrero de 2012, el señor Manchis declaraba a diestra y siniestra sus intenciones de desaparecer al IET, pues sus integrantes nomás son necesarios en temporada de elecciones. Agosto de 2015, el señor Manchis la pensó bien ahora que el IET chupó faros, ya ve al INE como un monstruo, producto de las torpezas y desconocimiento de los diputados federales.
Ni pensar que hace unos días, cuando andaba de catrín presidiendo la Conago, hiciera sesudas reflexiones como esta, que pasó a traer a los integrantes de San Lázaro. Menos antes de la elección, cuando le mandaron de bozal a Carlitos Rojas, y lo tuvo a la vista de todos una tarde completita en Los Portales de Tlaxcala.
Pero hoy, cuando Marcos Rodríguez del Castillo, ya ni le hace falta –el carro completo ya se dio- entonces ha iniciado la descalificación del Instituto Nacional de Elecciones.
Para González Zarur, un INE robusto y cerrado a las intervencionistas narices de los gobernadores, es un ente con facultades metaconstitucionales, pues tiene bajo su tutela el nombramiento de las representaciones locales.
Eso no gustó al dueño de La Soledad, habituado a hacer y deshacer cuanto negocio, nombramiento o despido se dé en la administración estatal.
Tanto invocó al santo de su devoción que le hicieron el milagrito de no cargar con la burocracia encargada de organizar las elecciones, lo centralizaron, pero también se reservaron el derecho de palomear gente, cosa que salió de las manos del cada vez menos influyente bigotón.
¿Se trata de violar la Ley?
Al frenar el proceso de renovación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Congreso violo en la última parte del artículo 96 de la Constitución Política del estado de Tlaxcala, que establece el término de cuatro años del presidente y del consejo consultivo.
Ese término venció ayer. Y ya debería haber presidente y consejo consultivo. El acuerdo del Congreso, de prorrogar el ejercicio de Mixcoatl Antonio es ilegal, no puede ser superior a la Constitución.
Esto genera y agrava la crisis de credibilidad por la que atraviesa el proceso de renovación de la CEDHT.
Los adrimanchis se justifican
Dice el diputado panista Ángelo Gutiérrez Hernández, que no hubo acuerdos económicos entre su jefa, la seño Adri y el mañoso gober, quien satisfecho de lo pactado trepó al avión rumbo a París y se dedicó a tirar rostro y a comer queso.
Todo indica que el precio del cambiazo de rumbo incluyó quedarse con la Secretaría Administrativa, bajo la batuta del perredista Tomás Orea Albarrán. Es decir, el desmantelamiento de la llamada Izquierda tlaxcalteca apenas inicia.
Claro, respaldado por el marianismo, el hoy líder de las mayorías en el Congreso –bueno, uno de los líderes… ok, uno de los que creen que son líderes de esa mayoría- no duda en expresar su confianza en que todo les saldrá de maravilla, así lo dijo a un medio impreso: “No tememos un revés jurídico, aunque no tengo una bolita mágica para predecir el futuro, un escenario así no lo vemos, pues no damos un paso sin medir consecuencias”.
No verdad, carece de una bolita de cristal, pero cuenta con la voluntad del señor Manchis, a quien nada más falta que también lo llame amo.
Fíjense que sí falto inteligencia
Lo reconoció el secretario de Gobierno, Ernesto Ordóñez Carrera, quien no tuvo más alternativa que aceptar que sus subordinados cobran pero no devengan.
Por conveniencia de Chapis napo, lo primero que debería administrar es su afición a las cubitas, gracias a las cuales entró en una espiral descendiente que, inició desde la jornada electoral, y se prolongó hasta la entrega del bastón de mando de la Conago.
Nombre, fue una borrachera prolongadísima.
Al grado que cuando su superior lo mandó traer para exigirle un informe completito sobre la demolición de la capilla del Santo Cristo, Chapis caminaba entre burbujitas que olían a uvas fermentadas desde el día del carro completo.