Y mediante la famosa gira de agradecimiento intenta posicionar su impopular imagen, pero a las costillas de la militancia, ¿y si lo condicionan a culminar su nuevo liderazgo?
Marco Antonio Mena Rodríguez y Gabriela del Razo, renunciaron al PRI porque dicen, van a contender por la dirigencia 2015-2019.
Y muy probablemente serán la única fórmula, en el contexto de una precandidatura al gobierno del estado, financiada con los recursos que deberían utilizarse para los propósitos por los cuales llegaron: adhesión, capacitación, organización… no para impulsar a un desconocido a quien los sueños guajiros del agonizante mandatario, piensa dejarlo como su sucesor.
Vaya navaja de doble filo:
1- Casi no se nota que van a seguir usando los recursos del tricolor para prolongar esa molesta gira de agradecimiento, es decir, la presidencia del partido le ha permitido poner su nombre en la conciencia de los militantes, sin decirles que en realidad quiere reflectores gratis porque forma parte de los planes de Mariano para proponerlo como su sucesor.
2- El riesgo que corre es que la militancia le exija el cumplimiento cabal del encargo de presidente hasta el último día, en 2019.
Marco se la juega pues su dueño, el gobernador, cada día tiene menos influencia en el partido. Buena parte de la militancia ha puesto sus ojos en proyectos ajenos al hacendado. Lo detestan y seguramente harán lo que puedan para impedir que fragüe ese plan para impulsar al impopular Mena Rodríguez.
No se vale usar al PRI en forma ventajosa, suponiendo que otros y otras, también aspirantes lo van a permitir. Esta es la última manchi maniobra, algo así como dejar a los priístas un recuerdito de que alguna vez los usó y desechó, despreció y renegó según sus conveniencias.
Por cierto esa famosa gira de agradecimiento debe ser auditada por las autoridades electorales pues, si hay un acto adelantado de campaña es esa estrategia, de prolongar la pachanga de un triunfo… gracias a que los enviados de Peña Nieto, hicieron a Mariano a un lado y se dedicaron a mapachear como lo dictan sus cánones.
Antonio Mendoza, carretonero
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, y patiño del presidente Enrique Peña Nieto, se ha encargado del desmantelamiento del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que, se suponía estaba más que afianzado al poder en la capital.
Cumplió con creces la instrucción superior de embestir a Marcelo Ebrard Casaubón, contribuyendo con el pánico de su protector para eliminar a la verdadera oposición al PRI.
Bueno, pues quedó al descubierto que parte de esa operación tiene en la mira al señor de las ligas, René Bejarano y a su compañera Lola Padierna, por cierto la más abierta impulsora de la candidatura de Lorena Cuéllar Cisneros a la gubernatura de Tlaxcala.
Mancera cuenta con corresponsales aquí para hacer el trabajo sucio. El alcalde de Chiautempan, Antonio Mendoza Romero, es el más visible. Lo colocó en la presidencia de la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC).
Pero ese nombramiento no incluye la impunidad como para calificar de pendejo al presidente estatal de su partido, Manuel Cambrón. Ese es un lenguaje de carretonero que se suma a la lista de faltas en el carrito del edil chiautempense.
En el fondo es la persistencia descalificatoria al PRD, del cual no piensan dejar piedra sobre piedra, sobre todo al asumir como imparable la candidatura de Lorena Cuéllar Cisneros a la gubernatura.
Tal vez piensan dar a Lorena una golpiza, como la propinada a Ricardo Baptista, director ejecutivo de la AALMAC, agredido a fines de 2015 por golpeadores a las órdenes de la ex delegada de Magdalena Contreras, Leticia Quezada, para consumar la suplantación de Baptista por un incondicional de esta, y desde luego, de Miguel Ángel Mancera.
Y este es precisamente uno de los retos de la Cuéllar… sacar del hoyo a su partido, equiparse con piel de rinoceronte para soportar las embestidas, y entender la procedencia de los golpes, que no serán pocos, como este propinado por Mendoza Romero, el enamorado alcalde perredista que usa al Partido del Trabajo como extensión de sus ligas guarras.
Una Caiptlax admirable (ajá)
A los comisionados de la Comisión de Acceso a la Información Pública (Caiptlax) les dio por celebrar el día de la buena vecindad, como lo organizaban doña Florinda y la bruja del 71 en la casa del señor Barriga.
Y sin complicar su existencia pusieron estrellita en la frente a los poderes ejecutivo y judicial, y a todo ayuntamiento que necesite una manita de estas buenas gentes para aprobar cuentas públicas o para presentar una imagen positiva al momento de incorporarse a algún programa.
Nadie los llama holgazanes, pero deberían ser menos pasivos.
Post Views: 49