Es uno más de los virajes marianistas. En enero anticipaba que los apoyos mensuales a ancianos llegaban a su fin; meses después lo consideró inconveniente y reculó a esquemas condenados originalmente.

Pasaron seis meses de gobierno y, el mandatario estatal, Mariano González Zarur, se topó con un importante hallazgo: no hará obras de relumbrón… para que luego la gente no ande diciendo, mira, ese hospital lo hizo Mariano… esa carretera la hizo Mariano…

En el enésimo cambio de rumbo de su administración, el amo tomó su veliz, sustrajo la palabra paternalismo y la aplastó con una nueva actitud, como de quien acaba de viajar a Japón y regresa con el estrés de verse a medio año de mandato sin conseguir una evaluación positiva respecto a la ideal burocracia laxa, para dar pie a un gobierno de desarrollo.

Entre enero y julio, median meses de pensamientos distintos. Por ahí del 21 de aquél mes, el señor manchis, de gira por Españita anticipaba el fin del paternalismo, porque esa estrategia –condenaba el hacendado- no dio resultado, “y la dotación de apoyos económicos no será la estrategia”…

Por esos días, “el tejido social viejito” vislumbraba ya que sus cheques mensuales estaban condenados a desaparecer. Entonces comenzó a abrigarse un rencor que más tarde detonaría, aunque para esa fecha el manchigobierno echaría toda la culpa al orticismo y la bola de perversos malandrines que le echaron a andar a los ruquitos encabronados por la razón que ya le expuse.

Y fue allá en Españita ese 21 de enero cuando el amo de plano calló a todos al anunciar: el apoyo de los dos mil varos ya valió… en lugar de ese dinero, que es un vil engaño, vamos a comprar fertilizante barato, en el tiempo que esté barato, para que no llegue la temporada de alza y ahí anden haciendo compras de pánico.

Pero eso fue en enero

Ayer, de gira por Ixtacuixtla, el amo ya pensó distinto. Siempre sí nos vamos a gastar el dinero en apoyar a las personas de la tercera edad y a los campesinos.

O sea, aquél paternalismo hecho trizas meses atrás, fue rescatado, pues porque así le dio la gana a quien se sabe dueño de las decisiones aunque no le parezca a la bola de atarantados de sus críticos… pues nomás faltaba, pinches revoltosos..

Y volvió a cobrar vigencia la hipótesis de la enfermedad de Parkinson y su consecuente memoria de corto plazo.

Sí, es mejor pensar en ello a suponer que estamos ante un gobernante con Plan de Desarrollo Estatal (PDE) tan laxo que en él cabe el cinismo de anticipar un retroceso por cuanto a infraestructura.

A ver, entonces para qué los miles de ceses, lo mismo de policías que de secretarias y otro tipo de empleados quienes viven en carne propia la maldición del hambre en tiempos del retorno del viejo PRI  al gobierno.

Hay otro detalle

El cambio de discurso ocurre a menos de una semana de la elección en el Estado de México, donde amainó la supuesta demanda brutal de recursos del gobernador Enrique Peña Nieto para pagar la campaña de Eruviel.

O sea, el verdadero jefe de los priístas con las formas como nuestro señor manchis, por fin tendrían un respiro.

Primero, un viajecito de placer… no sé a lo mejor a Japón está chido…

Pero, en lugar de avisarnos y justificar ese gasto en acciones necesarias para el desarrollo de Tlaxcala, domina el silencio.

Se genera un sentimiento de culpa y opera algo así como: “híjole, ya comenzó a quitarme el sueño la manera en que me burlo de mis esclavos… voy a apapacharlos un poquito porque últimamente, de plano los traigo muy maltratados”…

El comportamiento de un administrador de rancho le demanda una constante capacidad para hacer negocio. Para fregar al de enfrente, ya sea robándole pacas de zacate para llevarlas a su bodega, si puede hacer un caño en el manantial para gorrearle el agua (mientras no se dé cuenta) y si puede, hacerse tarugo con la raya de los peones… esos a los que se puede dominar con pulque y unas palabras de cariño.

Una de esas brillantes maniobras fue, por ejemplo el despido de 85 policías, aprovechando el tremendo problema laboral, al cual pudo sacar ganancia aprovechando la represión a través de agentes de la Policía Federal.

Eso, señores es habilidad para madrear al de enfrente, quitándole el trabajo.

A final de cuentas, ¿quién salió perdiendo? Pues el tejido social, según se aprecia a leguas.

En esa gira de trabajo por Ixtacuixtla, sobrevinieron los argumentos desordenados e incongruentes: anticipar la creación de empleos, pero anticipar que no habrá obras de relumbrón; dibujarse como un gobernante con hechuras únicas y con cualidades para considerarse como el mejor de la historia, pero advirtiendo una nueva inversión en el terreno asistencial, que no en la infraestructura, con hechos en caja de cristal como lo anticipaba en su discurso de toma de posesión.