No se sabe si fue invitado del rector José Narro, o de su querida amiga, la gobernadora de Yucatán, Ivon Ortega… lo cierto es que nuestro manchis se nos está haciendo cada vez más fan de los cotejos deportivos de altura.

Pues a nuestro gobernador Mariano González Zarur, se la hincharon las venas ayer con sangre áurea-azul de puma y, asistió muy quitado de la pena a la final, al palco del rector de la UNAM, José Narro Robles.

Aunque no se sabe si fue invitado con antelación a tan envidiable lugar, lo cierto es la afición del libanés-apizaquense a cotejos deportivos de altura (recordemos su reciente viaje en jet al Superbowl 2011).

En dicho palco de CU se encontró (esa sí fue invitada) con su gran amiga Ivon Ortega, la gobernadora de Yucatán. Cómo no recordar los días meridianos que tan a gusto se pasó nuestro manchis, siendo ya gobernador electo, atendido en forma personal por la primera priísta de la Península (esa sí, con papá, mamá y padre político… no como otros…)

No es por andar fijándonos en pequeñeces, pero así de seguidores de la final en Twiter, de plano reprobaron la presencia de la Ortega en ese partido de futbol; “trae la sal”; “por asistir al estadio, perdieron  los Venados”, y tantos twits condenatorios que el gobierno de Yucatán, desapareció de su cuenta de Twiter, el enlace a su página oficial, donde se narra una especie de visita pendiente al rector Narro, tras la presencia de este en su estado, allá por abril de este año.

Ello fue mediante el comunicado de prensa 2974 de la coordinación de comunicación social de aquella entidad.

Muy de mezclilla y en magas de camisa, nuestro manchis hacía como que le emocionaban las acciones registradas en el estadio olímpico de CU. Y hasta brincó de su asiento (igual que todos) cuando Jimmy Cortés, anotó el gol de antología en la portería defendida por el capitán Federico Vilar.

¡Eso es vida!

Junto a una gran amiga y celebrando el triunfo puma (¿?)… Marcelo, el propio rector y otros gorrones que no desperdiciaron la oportunidad de tomarse la foto a semejante personaje, la pasaron de maravilla, aunque el gober de Tlaxcala ya no fue tomado en cuenta para subirse al pumbabús descapotado, cuya cinco vueltas programadas en la glorieta del Ángel, en Reforma, no fueron más que una, porque la gente se desbordó, más o menos 45 mil fans de los hoy campeones del futbol mexicano.

Enhorabuena a los Pumas y a nuestro manchis, pues también puma, verdad, por haber doblegado a la Monarquía, cuyo penal anulado por chiquimarco derramó en más de uno la bilis, pues la historia pudo haber sido muy diferente.

500 millones de pesos en juego

El conflicto entre Cemex y el gobierno de Tlaxcala se agudizó tras romperse una tregua acordada por ambas partes, consistente en la no ratificación del juicio de amparo iniciado por Rodolfo Zambrano, a petición del titular de la Secoduvi, Roberto Romano Montealegre.

Días después de la clausura de la Central de Abasto de Tlaxcala (CAT) dicho funcionario pactaría  con la constructora la reanudación de los trabajos, a cambio de pedir al grupo Orión (Cemex) suspendiese el juicio de amparo, cuyo contenido alude a fuertes penalidades si alguno de los contratantes incumplía con sus obligaciones.

Interesado en continuar con la CAT, grupo Orión acataría la indicación de Romano Montealegre, mas al pasar de las semanas se toparon con una desagradable respuesta de parte de quien comenzó a fungir como representante del gobierno de Tlaxcala, David Lima Arroyo, servidor público con la peculiaridad de haber realizado estos trabajos durante el gobierno de Héctor Ortiz y, también en la nueva administración, de Mariano González Zarur.

“¿Suspendiste el amparo?… por pen…”, respondería Lima Arroyo al enviado de Orión.

Así que la empresa de Rodolfo Zambrano, volvió a iniciar un juicio de amparo, tras el golpe bajo asestado por Tlaxcala.

Pero en esta nueva etapa del pleito, los representantes de Cemex, se toparon con detalles interesantes, al buscar nuevas formas de arreglo, ahora con Lima Arroyo.

“¿Hay manera de arreglarlo?”, plantearían.

Y para su sorpresa, la respuesta fue afirmativa.

Tendrían que solicitar y pagar por los servicios de una empresa dedicada a obtener dictámenes sobre desarrollo urbano, perteneciente a la particular María del Carmen Lucero Lima, quien resultaría ser la esposa de David.

A los ojos de cualquiera, esto constaría de los suficientes elementos para considerarse un chantaje.

Para Orión fue oro molido.

En el nuevo juicio de amparo promovido por Cemex, el gobierno de Tlaxcala se obliga a cubrir más de 500 millones de pesos, debido a la suspensión de la obra, pese al convenio suscrito entre Orión y el gobierno de este estado, en tanto institución y no, por quien lo encabece.

La obra no sería reanudada y las penalidades activadas corresponden a un errático comportamiento de la administración estatal, desinformada en sus altos mandos sobre el amañado contrato que, coloca en un desventajoso y vulnerable estatus legal al contratante fuera del pacto original.

Ahora, una de las pruebas de peso en poder de Orión, son los cincuenta mil pesos que pagaría en efectivo a la esposa de David Lima.

¿50 mil pesos contra los 500 millones al terminar la tregua legal entre Cemex y gobierno de Tlaxcala?

Otra corriente de información, de la propia Secoduvi, revela una agenda fatal en el corto plazo para, “enterar de la gravedad de la situación al gobernador Mariano González Zarur”, cuyo desconocimiento respecto al contenido del contrato sería una acción consentida por el secretario de Obras, solo para aplazar el seguro regaño y las consecuencias legales.

Lo peor, son los más de 500 millones de pesos que están en juego.

Orión sólo aguarda la decisión del juez.