La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros está convencida de los avances que ha logrado su administración en casi 17 meses, pues los números e indicadores así lo demuestran y ahora corresponderá a sus funcionarios defender el proyecto de su líder que tiene semanas cargando sola la responsabilidad de destacar el trabajo realizado y acogiendo a los integrantes de su gabinete legal y ampliado.

 

 

Los diputados y las diputadas podrán despejar sus dudas y realizar los cuestionamientos que crean necesarios a los funcionarios tlaxcaltecas, quienes deberán aprovechar el momento no sólo para sustentar con cifras y explicaciones su trabajo, sino que podrán describir cómo recibieron sus dependencias en términos de rezago y desorden financiero y administrativo y lo que han hecho para atender y resolver esa problemática y la vez desahogar la labor diaria de la actual administración.

 

El lunes comenzará este ejercicio con la presencia de la procuradora de Justicia en el estado, Ernestina Carro Roldán, una funcionaria discreta que sabe lo que hace y que conoce perfectamente su trabajo.

 

Los número que seguramente dará a conocer podrán ser cuestionados por uno que otro diputado o diputada, pero al final éstos evidenciarán que esa dependencia ha logrado avances y resultados que quizá no dejen satisfechos a todos, pero que sí demostrarán que hoy la PGJE está cumpliendo con sus objetivos.

 

Después de la procuradora de Justicia asistirá el uno de febrero el titular de la Secretaría de Impulso Agropecuario, Rafael de la Peña Bernal y el tres de ese mismo mes el responsable de la Secretaría de Infraestructura, el autollamado “delfín” Alfonso Sánchez García.

 

El seis de febrero acudirá ante las legisladoras y los legisladores el encargado de la Secretaría de Educación, el polémico y siempre soberbio Homero Meneses Hernández y el siete el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, el engreído pipope Javier Marroquín Calderón.

 

El ocho de febrero comparecerá la responsable de la Secretaría de Turismo, la empresaria voraz Josefina Rodríguez Zamora, para que el nueve acuda el jefe de la Secretaría de Salud, el desleal Rigoberto Zamudio Meneses y el diez de febrero se cierre ese ejercicio con la presencia del recién nombrado secretario de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, Ramón Celaya Gamboa.

 

Veremos cuántos de los funcionarios pasan la prueba y cuántos salen vapuleados por no tener la capacidad y experiencia para enfrentar a los diputados y a las diputadas.

 

Los cambios cuestionables en la SSC

 

Una decisión que sin duda habría que aplaudir al nuevo secretario de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, Ramón Celaya, es el haber retirado el control de la parte operativa de la dependencia, al represor Guadalupe Ballesteros Arellano que ahora sí dejó de tener el control de los policías estatales.

 

Ayer se supo que Agustín Cayetano Hernández, delegado de Policía y Tránsito, fungirá como coordinador operativo de la Dirección de Seguridad Pública, designación que al parecer no fue del agrado de las policías estatales, quienes de inmediato procedieron a utilizar las redes sociales para señalar que este mando tiene presuntos antecedentes de acosador y que no garantiza un buen ambiente de trabajo.

 

Agustín Cayetano llegó a Tlaxcala con el primer secretario de Seguridad, Alfredo Álvarez Valenzuela que se encuentra prófugo de la justicia.

 

En los siguientes días veremos si las policías estatales deciden iniciar acciones legales para que destituyan a Cayetano Hernández o si sus denuncias sólo se quedaron en el terreno mediático.

 

Las quejas contra ese nuevo mando de la SSC también incluye la protección que dio al elemento Javier Peña Islas, quien está adscrito a la Policía Estatal Delegación Apizaco y que de forma prepotente agredió a un motociclista, hecho que no fue suficiente para despedirlo y darlo de baja.

 

Ojalá las grillas internas en la SSC no vayan a derivar en un conflicto entre los policías.

 

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