Los tímidos intentos de algunos priistas que se sentían con la capacidad y derecho para exigir la dirigencia estatal del moribundo PRI en Tlaxcala no prosperaron, por lo que salvo que las cosas cambien de último momento el actual diputado federal Mariano González Aguirre se perfila para asumir en los siguientes días la dirigencia del ex partidazo.

 

 

Su amigo y camarada Alejandro Morena Cárdenas, “Alito”, líder nacional del tricolor ya decidió que la mejor opción que existe en este momento para tratar de revivir al ex partidazo es al hijo del ex gobernador Mariano González Zarur, el ex diputado local Marianito González que intentará poner fin a las desbandada de militantes.

 

Anabel Alvarado Varela, la ex candidata del PRI a la alcaldía capitalina y ex funcionaria consentida en la administración del intermitente Marco Antonio Mena Rodríguez, habría acudido a las oficinas del CEN para pedir que fuera considerada para dirigir al partido en Tlaxcala, sin embargo su petición no tuvo ninguna reacción y menos respaldo.

 

Otro que se menciona que tuvo la ocurrencia de visitar las oficinas de la dirigencia nacional del PRI, fue el actual diputado local y “vicegobernador” en la pasada administración de su hermano Marco Mena, el convenenciero Fabricio Mena Rodríguez, quien de plano no fue recibido por ningún líder de peso, con lo cual le quedó claro que él y su grupo político dejarán de tener injerencia en el ex partidazo.

 

Pronto iniciará el proceso para llevar a la dirigencia estatal del PRI a Marianito González, de ahí que tanto la delegada del CEN del partido, Yolanda Eugenia González Hernández y el encargado del tricolor en Tlaxcala, Oscar Amador Xochiteotzin, operarán para apoyar la carrera de ese desprestigiado político.

 

Contagios de Covid-19 no ceden

 

El secretario de Salud de Tlaxcala y responsable del Consejo Estatal de Salud, Rigoberto Zamudio Meneses, debería revisar las medidas sanitarias para contener los contagios porque las que están vigentes no están teniendo los resultados esperados.

 

Sin considerar el número de personas infectadas por el virus que se registraron ayer, Tlaxcala ha acumulado en los últimos cinco días 2,028 casos de la enfermedad, cifra que demuestra que el nivel de contagios es altísimo y que las restricciones impuestas no han servido o ayudado mucho para contener al Covid-19.

 

Si bien las muertes provocadas por esa enfermedad no se han disparado en la entidad, la realidad apunta a que es urgente romper las cadenas de contagios.

 

México registró ayer jueves la mayor cifra de muertes por Covid-19 en lo que va del año y dentro de la cuarta ola de la pandemia al reportar 927 decesos en las últimas 24 horas por la enfermedad respiratoria.

 

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal divulgados la tarde de ayer, la cifra de defunciones más alta para el periodo de referencia antes de este nuevo máximo se reportó el 1 de febrero pasado cuando se registraron 829 decesos. El país registra en total y hasta ahora 311 mil 554 muertes por coronavirus en lo que va de toda la pandemia, según los datos del gobierno federal.

 

Rigoberto Zamudio no ha podido encontrar la fórmula para lograr un manejo adecuado de la pandemia en Tlaxcala, lo cual ya es evidente porque los ciudadanos y las ciudadanas cada vez se quejan más por los nulos resultados que existen para bajar los contagios de esa enfermedad.

 

Seguirá la reingeniería gubernamental

 

Pese a que desde este año ya entraron en vigor las primeras adecuaciones en la administración pública estatal, lo cierto es que ese proceso de cambios aún no está concluido porque pronto se propondrán nuevas disposiciones que precisarán o reforzarán las actividades de algunas áreas que siguen en el limbo.

 

Se dice que es cuestión de días para que se conozca, por fin, quién será el responsable de la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Vivienda que en teoría está operando desde el 1 de enero de este año. Se menciona que a esa posición podría llegar un tal Leonardo Uriarte, sin embargo habrá que esperar si la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros lo confirma o nombra a alguien más.

 

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