El tiro por la culata

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Así le salió a Francisco Bernat su intentona vil, burda, cobarde y matrera al tratar de apoderarse la tarde del sábado pasado del palco que se le asigna a las directivas visitantes en el estadio Tecnológico de Monterrey durante el partido que La Franja empató a dos goles con los Rayados, y que a la postre le significó el pase a las semifinales del futbol mexicano en la que enfrentará a los Pumas de la UNAM en una serie de pronóstico reservado.

Pero volviendo al tema, le narraré los hechos ocurridos en la ciudad norteña previo al partido que se desarrolló en el mencionado escenario, y es que al llegar a la ciudad, los directivos del Puebla, Ricardo Henaine y Jesús López Chargoy, fueron enterados de que el Contador Público Álvaro Flores Cid de León, otrora pistolero de Bernat en su paso por el futbol profesional, había arribado a la ciudad de Monterrey el jueves pasado y ostentándose como alto directivo de los Camoteros recibió en propia mano los boletos para el acceso al estadio y al palco asignado para la directiva, por supuesto que fieles a su estilo lo realizaron sin avisarle a nadie, a la sordina, tratando de darle un golpe a sus socios para que estos no pudieran accesar al citado palco, sin embargo y ante la intervención de Decio de María, éste se vio obligado a entregarle seis de los doce boletos a sus odiados socios.

A pesar de lo que le platico, lo mejor estaba por venir, y es que por azares del destino, y sin proponérselo ninguno de los dos, ambos, por separado, llegaron a comer al restaurante “El Granero”, que es uno de los mejores de la importante ciudad, y en el que también por casualidad se encontraba quien esto escribe comiendo con Pedro Budib, “Ruso” Peña (ex jugador del Puebla) y algunos amigos con los que habíamos viajado para presenciar el partido, por un lado llegó Henaine acompañado de los señores Torre (importantes empresarios de la ciudad de Tlaxcala), quienes eran invitados al partido del directivo, y cual fue la sorpresa que unos cuantos minutos después realizó su arribo el Ingeniero Bernat acompañado ni más ni menos que por un distinguido miembro de “La Chiquillada”, sí, era Eduardo Abraham acompañado de algunos amigos y familiares, lo raro del asunto es que hasta donde sabíamos, los miembros de “La Chiquillada” se expresaban de la peor manera de Bernat y su gente, y ahora resulta que viajaron juntos en el avión de Edy y casi comieron del mismo plato, con lo que al parecer éstos intentan congraciarse con Paco para ver si por ahí les da su premio, mismo que dudo mucho lo obtengan conociendo la manera en que Bernat se maneja.

Es decir, la pobre “Chiquillada” sólo gastó en la turbosina del avión y al final se quedarán con las manos vacías, pero eso es otra historia, continuando con el relato le platico que el ambiente en el restaurante se tornó de lo más pesado, se respiraba guerra, Henaine se veía entero, seguro de si mismo, en su mesa Bernat como ratoncito mojado sólo miraba a su plato, los acompañantes de él por un momento se ruborizaron, pues algunos de ellos “supuestamente” eran amigos de Henaine, y aunque casi todos nos saludamos, con excepción de Paco y un servidor, se notaba la falsedad a doscientos metros, pues era obvio, el plan había quedado al descubierto, se sabía ya en esos momentos quién estaba con quién, la guerra era ya abierta, cada quién con sus tropas, todos listos para lo que viene, será, sin temor a equivocarme, como la de los Griegos y los Troyanos, y ésta empezará inmediatamente después de que el Puebla termine su participación en la liguilla, las cartas pues están echadas.

Al recibir Henaine los boletos decidió que para no hacer las cosas más grandes y sabiendo lo que La Franja se jugaba en unas cuantas horas, cedió los pases a la familia de López Chargoy y optó, para no ver “jetas”, irse a ver el partido con la porra poblana, sí, junto con Sephiroat y su tropa, a mojarse, a apoyar al Puebla donde lo hace la verdadera afición, y cuál fue su sorpresa que durante la transmisión del partido la escena de Henaine y Chargoy con la porra apoyando se repitió una y otra vez, y el domingo en todos los periódicos de tiraje nacional salieron las fotografías de este acontecimiento, es decir, al final a estos dos directivos les favoreció mil veces más estar en la porra con cientos de aficionados poblanos que estar cómodamente sentados en el palco de la directiva, como le decía, a Bernat le salió el tiro por la culata, pues sin pretenderlo le dio un espaldarazo importantísimo a sus “socios”, que al final le comieron el mandado y como siempre el pobre Paco se quedó en el ostracismo futbolero.
Ya para rematar, al final del partido en el vestidor los jugadores se acercaron a Henaine y Chargoy y les solicitaron que como ya habían avanzado a semifinales les aumentarán la prima en un millón de pesos más de lo que habían acordado en un principio, a lo que éstos, entre aplausos de los jugadores y de todos los que nos encontrábamos en ese momento en el vestidor, aceptaron gustosos, así es que por el momento todos “chelises y contentos”. Está usted enterado de viva voz, nosotros como siempre seguiremos en línea. Hasta la próxima.

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