LA CORTE DE LOS MILAGROS

Armando Morales Aparicio, el tesorero incómodo del ayuntamiento de Puebla

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Un funcionario del ayuntamiento de Puebla que ha entrado en conflicto con varios secretarios del gabinete de la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco, y que ha comenzado a generar fundadas sospechas sobre corrupción con la contratación de proveedores de obra pública y servicios es el tesorero municipal Armando Morales Aparicio.

El tesorero ha tenido roces y desencuentros con el secretario de Infraestructura y Servicios, José Israel Román Romano, con la secretaria de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, Beatriz Martínez Carreño, y con el secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Peniche García, entre otros.

Al secretario de Infraestructura quiso imponerle a su amiga Dulce Báez Quintero, quien fue directora de Obras de José Juan Espinosa en el ayuntamiento de San Pedro Cholula, en lugar de Sandra Rocío Flores Hernández, para que cobrara los moches del 20% a los contratistas favorecidos con obra y proyectos de Obra Pública.

Con la titular de Desarrollo Urbano por sus grillas para despedir a la directora del área, Mónica Tenorio Cervantes, quien descubrió una red de corrupción tendida por el tesorero municipal por conducto de Roberto Ortega, enlace del Sindicato, y Alejandro Ortuño, quien fuera colaborador de la secretaria Beatriz Martínez.

Sus diferencias con el secretario de Desarrollo Económico y el coordinador del Instituto Municipal de Planeación (Implan) Gerardo Ríos Bermúdez, se derivan de la imposición de proveedores y consultores externos a través del secretario técnico de la Tesorería, Jesús Torres Ramírez, compañero de estudios universitarios de Armando Morales.

Jesús Torres tiene también injerencia en la Secretaría de Administración a través de su novia, la directora jurídica Mónica Campos Enríquez, quien junto con el director de Adquisiciones, Enrique Gómez Haro Rivas, son los que deciden —previo aval del tesorero— qué empresas pueden vender bienes y servicios al ayuntamiento capitalino.

Armando Morales ha tratado de no confrontarse con los regidores, a pesar del subejercicio de 1,300 millones de pesos que hasta el mes de noviembre registraba el ayuntamiento capitalino.

Con algunos ha logrado un sutil intercambio de favores. Éstos le dan cobijo y protección y él acepta sus recomendaciones de proveedores y agiliza, en la medida de sus posibilidades, sus solicitudes de expedición y renovación de licencias de funcionamiento, incluso de giros negros.

Un área que el tesorero municipal quiere controlar, a sabiendas del dinero que ahí se maneja, es Normatividad Comercial la cual está a cargo de Fernando de Jesús Pastor Herrera. Éste ha sido blanco de sus ataques, no obstante la estrecha cercanía de aquél con la señora presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco.

La pregunta que muchos en el ayuntamiento se hacen es por qué Armando Morales se mantiene en la Tesorería, si ya varios lo han señalado como el responsable del subejercicio presupuestal y las trabas burocráticas en la Dirección de Egresos para el pago de contratistas y proveedores.

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