Mientras en la coalición gobernante la principal tarea está centrada en construir la unidad y evitar rupturas, incorporando a los aspirantes perdedores en posiciones secundarias, en la alianza opositora la preocupación parece enfocada en asegurarse los premios de consolación (las diputaciones y regidurías plurinominales) y en cachar a los cuadros que terminen desertando de Morena.
Por esta razón los dirigentes de Morena han venido postergando los resultados de las encuestas que definirán a sus candidatos a presidentes municipales y diputados al Congreso del Estado.
Están conscientes de que no habrá espacios para acomodar a todos los que se registraron y menos ahora que alcaldes y diputados del PRI serán considerados en el reparto de candidaturas.
De ahí el llamado que ayer domingo, en el marco del Consejo Estatal de Morena que lo eligió por unanimidad candidato a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta Mier, hizo a los futuros candidatos de la coalición Sigamos Haciendo Historia de sumar e incluir a sus competidores internos, a trabajar por una unidad real, sin simulaciones, ni exclusiones.
Mensaje al que también se sumó la presidenta estatal de Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, al puntualizar que la unidad y la integración tendrá incluso que darse con aquellos que provengan del PRI.
El discurso y las acciones de Alejandro Armenta, como el anuncio de hoy de nombrar a Fernando Manzanilla Prieto como su asesor, me confirman que en aquel está la idea de subir al barco de la Cuarta Transformación a todos los que pueda, para no dar a la oposición ningún chance de captar a morenistas resentidos.
Con la coalición opositora Mejor Rumbo para Puebla, las prioridades parecen ser otras.
Por el lado del PRI la urgencia consiste en detener la sangría de cuadros y militantes, y aprovechar el reparto de candidaturas para que sus dirigentes como Néstor Camarillo Medina puedan asegurarse un cargo ganen o pierdan las elecciones. Néstor llegará a la Cámara Alta, como senador de mayoría o de primera minoría.
Lo mismo podría ocurrir con Ana Teresa Aranda, quien además de ir por la segunda fórmula al Senado, va en la lista nacional del PAN de candidatos plurinominales a un escaño.
En la misma ruta parecen ir los dirigentes estatales del PAN, Augusta Díaz de Rivera Hernández y Marcos Castro Martínez, quienes podrían ir en la lista de candidatos de representación proporcional al Congreso de Puebla; y el dirigente del Comité Municipal, Jesús Zaldívar Benavides, cuya esposa podría aparecer en los primeros lugares de la planilla de regidores y síndico en la capital del estado.
Con Eduardo Rivera Pérez y Mario Riestra Piña la realidad no es distinta, pues la esposa del primero —Liliana Ortiz Pérez— va como tercera en la lista de diputados federales del PAN por la cuarta circunscripción nacional, y la hermana del segundo —Susana Riestra Piña— como tercera en la lista de diputados locales del PAN por el principio de representación proporcional.
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