Cobijado por los dirigentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, y algunas celebridades como la coordinadora nacional del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, la diputada federal Margarita Zavala y el senador del PRD, Miguel Ángel Mancera, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, aprovechó su segundo informe de gobierno para confirmar que sí buscará llegar a la gubernatura de la entidad.
“Estoy listo, y si ustedes quieren que la juegue por una mejor Puebla, saben que cuentan conmigo. Vamos juntos. Estoy listo, Puebla”, fue el mensaje con que el alcalde capitalino remató su informe ante unos 10 mil asistentes en el Auditorio GNP.
A las palabras de Eduardo Rivera y el tono triunfalista con que las pronunció siguieron los gritos de “¡Lalo gobernador, Lalo gobernador, Lalo gobernador!” a los que se sumaron Xóchitl Gálvez, Marko Cortés, la esposa de Felipe Calderón, la diputada federal Ana Teresa Aranda y otros legisladores y dirigentes locales del PAN como Augusta Díaz de Rivera y Jesús Zaldívar, ubicados en las primeras filas del estrado circular de la arena de espectáculos y conciertos donde el edil habló de los logros del segundo año de su segunda administración municipal.
El destape del munícipe capitalino fue bien recibido por sus invitados y simpatizantes, tanto del PAN como de los otros dos partido del Frente Amplio por México, el PRI y el PRD.
Para no dejar dudas sobre su intención de contender por la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera recordó que en 2021, cuando fue postulado por la coalición opositora a la presidencia municipal, arrancó 15 puntos abajo pero al terminar la campaña no sólo ganó sino que lo hizo con 20 puntos de ventaja.
Concluyó que en los comicios del año entrante la historia podría repetirse si la gente, los partidos y los ciudadanos que lo apoyan hace su parte y él la suya. Por eso remató su mensaje con un “estoy listo Puebla” y “si ustedes quieren que la juegue por una mejor Puebla, vamos juntos”.
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Citan en el CEN de Morena a los siete aspirantes a la gubernatura de Puebla
Este lunes al mediodía están citados en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional de Morena los siete aspirantes a la Coordinación Estatal de Defensa de la Cuarta Transformación, que no es otra cosa que la candidatura a la gubernatura de Puebla, para hacerles saber las letras chiquitas del proceso interno y comprometerlos a sellar un pacto de unidad, independiente de cuál sea el resultado de la encuesta que se aplicará en los últimos días de octubre.
A la reunión sólo ingresaron los cuatro aspirantes elegidos por el Consejo Estatal (Julio Huerta, Lizeth Sánchez, Olivia Salomón e Ignacio Mier) y los tres que agregó la Comisión Nacional de Elecciones (Alejandro Armenta, Claudia Rivera y Rodrigo Abdala), así como la presidenta del Comité Ejecutivo Estatal, Olga Lucía Romero García Crespo, y el presidente del Consejo de Morena, Andrés Villegas Mendoza.
A todos ellos se les explicará el método, los reactivos que se incluirán en la encuesta madre y las dos encuestas espejo que se contraten (cuyas empresas todavía no están definidas), y cómo serán ponderados esos reactivos, así como las acciones y eventos que les serán permitidos y cuáles quedarán estrictamente prohibidos y serán sancionados hasta con la descalificación del proceso interno.
También se les pedirá unidad y disciplina, discreción y el compromiso de no inconformarse si las mediciones de la encuesta final les fueran adversas, aclarándoles que la encuesta telefónica de reconocimiento que se hizo, no guarda ninguna relación con aquella ni será considerada en la ponderación última de los resultados.
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Aunque parezca increíble, María del Carmen Carabarin Trujillo, que en Puebla fue prácticamente removida de la Comisión de Búsqueda de Persona, es una las 13 aspirantes que se postularon para la titularidad de la Comisión Nacional de Búsqueda, organismo adscrito a la Secretaría de Gobernación federal.
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Edita la UDLAP nuevo libro de Víctor Reynoso
La Universidad de las Américas Puebla acaba de publicar un libro de Víctor Reynoso bajo el título “Algo sobre el cambio político en Puebla: Congreso, autoritarismo local y elecciones de gobernadores”, que sin duda será de lectura obligada.
El libro, que sólo existe en versión digital, incluye un prólogo del ex consejero presidente del IFE, José Woldenberg, donde sostiene citando al autor que en el último cuarto del siglo XX y las primeras décadas del XXI en México se vivió un proceso democratizador, pero que por la ausencia de aquella presidencia autoritaria, que de una u otra forma ponía límites a los gobiernos estatales, varios gobernadores fueron capaces de construir autoritarismos subnacionales.
Woldenberg dice textualmente: “Reynoso se cuida de hacer de ello una regla general, buena para cualquier entidad, pero ilustra lo que aconteció en el estado de Puebla.”
Víctor Reynoso, quien es profesor e investigador en la UDLAP, y ha sido consejero local del IFE y consejero del IEE, afirma que en Puebla hay un cambio político, un cambio de elecciones controladas a elecciones con competencia pero bajo un esquema democrático insuficiente, que ha dado lugar a democracias delegativas, es decir democráticas en la forma de acceder al poder, pero no en la forma de ejercerlo.
En la segunda parte de su texto, el autor analiza las últimas cuatro elecciones de gobernador en el estado (2010, 2016, 2018 y 2019). “En 2010 se dio la primera alternancia en la gubernatura poblana. Llegó al poder un grupo centrado en una persona que gobernó al estado por casi ocho años. La irrupción de Morena puso fin a ese grupo e inauguró una nueva época en la política estatal”.
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