Ayer le decía que la plataforma electoral presentada por Alejandro Armenta Mier, incluyendo sus ejes estratégicos, no era muy diferente de la que en su momento presumieron otros gobernadores —como Mario Marín, Rafael Moreno Valle, José Antonio Gali Fayad y Luis Miguel Barbosa Huerta— que no cumplieron sus promesas o pudieron aterrizarlas en políticas públicas y acciones concretas de gobierno.
Para no aburrirlo con tanto rollo y tantas comparaciones, me voy a concentrar en revisar la plataforma de Armenta, a la luz de las propuestas de gobierno que en su momento hicieron dos candidatos a la gubernatura totalmente antagónicos y de partidos ideológicamente opuestos: Rafael Moreno Valle, del PAN, y Miguel Barbosa de Morena.
El hoy candidato de la coalición Seguimos Haciendo Historia propuso 6 ejes en su plataforma: Puebla humana y con bienestar, Puebla segura y con paz social, Puebla próspera para todos, Puebla con visión sostenible, Gobierno Transformador y Gobierno incluyente y abierto.
Miguel Barbosa, quien en 2018 fue nominado candidato a la gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia, planteó 10 ejes: Desarrollo económico y política fiscal; Seguridad y paz social, Corrupción e impunidad; Derechos humanos, equidad de género y atención a jóvenes; Derechos ambientales; Desarrollo social y combate a la pobreza; Estado democrático y de derecho; Pueblos originarios; Educación, ciencia y cultura y Rescate al campo.
En 2010, Rafael Moreno Valle se convirtió en el primer gobernador de oposición en Puebla, hizo una propuesta basada en 6 ejes: Eficiencia y honestidad en el gobierno, Economía competitiva que genere empleos, Seguridad para tu familia, Igualdad de oportunidades, Progreso para tu región y Proyectos claves para Puebla.
Aunque los nombres de los ejes estratégicos en cada plataforma son diferentes, en esencia son muy similares, sino es que los mismos cuando se entra a la descripción de cada uno de ellos, con sus respectivas ideas o propuestas.
Trataré de explicarme.
Alejandro Armenta propuso ayer cero tolerancia a la corrupción y la erradicación de privilegios mediante reformas legales y el fortalecimiento de los órganos dedicados a la transparencia.
Dicho planteamiento no dista mucho de lo que ofrecieron en sus respectivas plataformas Miguel Barbosa y Moreno Valle.
El morenista se comprometió a fortalecer el sistema estatal anticorrupción, a dotar de recursos a la Fiscalía Anticorrupción, a garantizar la autonomía de la Auditoría Superior del Estado y a impulsar la participación social en la rendición de cuentas, la transparencia y el combate la corrupción.
A su vez, el panista se comprometió a reestablecer la confianza de la ciudadanía mediante el combate frontal a la corrupción hasta alcanzar niveles de transparencia y honestidad similares a los de los países mejor calificados del mundo e iniciar procesos judiciales en contra de funcionarios sujetos de acusaciones recurrentes de corrupción.
Es evidente que nada de eso cumplieron, ni uno ni otro.
En materia de desarrollo económico y empleo, el actual candidato de Morena a la gubernatura planteó ayer privilegiar la inversión local, impulsar el turismo comunitario, la atracción de inversiones nacionales y extranjeras que generen empleos y aumenten la recaudación de impuestos, y subirse al gran proyecto ferroviario de pasajeros Ciudad de México-Puebla-Veracruz, al Tren Maya, al corredor del Istmo de Tehuantepec y a la ruta de las montañas.
Hace 6 años Barbosa también ofreció impulsar el desarrollo regional, industrial y la generación de empleos bien remunerados; aprovechar la posición de Puebla en las rutas comerciales hacia el Sureste y el Golfo, para apuntalar el comercio local, regional e internacional, y buscar que por esas rutas los productos poblanos tengan salida, así como atraer inversiones y fomentar el turismo.
En 2010 Moreno Valle fue más específico, pues se comprometió a que Puebla se ubicaría dentro de los primeros 10 lugares de competitividad nacional, en los primeros 7 con mayor captación de inversión extranjera, a que ningún negocio dejaría de instalarse en Puebla a causa de la burocracia excesiva e implementar el programa Emprende Clic, que permitiría a cualquier emprendedor abrir su empresa de manera inmediata a través de internet.
La plataforma electoral de Armenta incluso se queda corta en los ejes de Gobierno Transformador y Gobierno incluyente y abierto, frente a lo que su momento plantearon en estos rubros los fallecidos gobernadores Miguel Barbosa y Moreno Valle.
Mientras el actual candidato a gobernador ofrece impulsar la modernización del aparato gubernamental a través de una simplificación administrativa mediante el uso de tecnologías digitales y la eliminación de viejas inercias, abusos de autoridad, acuerdos discrecionales, actitudes de negligencia y conductas violatorias de derechos humanos, los planteamientos de sus antecesores fueron más audaces.
Barbosa, por ejemplo, propuso un gobierno democrático y de izquierda moderna, honesto, austero, transparente, rendidor de cuentas, eficaz, eficiente e impulsor de políticas públicas de fuerte contenido social, que devolvería al poder su sentido ético y moral y a los políticos su vocación social y de servicio público, quitándoles la frivolidad, la fatuidad, la opulencia, la fantochería y el derroche.
En cambio Moreno Valle ofreció un gobierno eficiente y honesto, que seleccionaría los mejores perfiles para cada función mediante el servicio profesional de carrera y que haría de la eficacia su sello distintivo, un gobierno intolerante a la corrupción y que daría a los ciudadanos el poder de remover a los funcionarios que no dieran buenos resultados. “Ofrezco a los poblanos que, en caso de no cumplir mis compromisos medidos con indicadores independientes de instituciones prestigiadas, yo mismo renunciaré al cargo”.
De más está apuntar que ninguno cumplió, pues Barbosa hizo lo contrario que prometió “ejercer el poder sin odio gobernar sin rencores”, y Moreno Valle ni cumplió sus compromisos y tampoco renunció.
Ojalá que en caso de que Armenta sea favorecido con el voto popular, la situación sea distinta.
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