De las varias lecturas que circulan sobre el video que exhibe al secretario general del Comité Directivo Estatal del PAN, Marcos Castro Martínez, como un hipócrita y un político de doble moral que por un lado se manifiesta y protesta contra la despenalización del aborto y por otro tiene amoríos hasta con la vigilante del partido, me parece que el golpe mediático tiene o tuvo otros propósitos.
Estas motivaciones, me parece, poco o nada tienen que ver con la solvencia moral del dirigente panista y sus relaciones afectivas o amorosas, sino con el proceso interno de renovación del CDE y sus diferencias de tiempo atrás con la presidenta saliente Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández.
Se sabe que el video que ayer se difundió en distintos portales de noticias y en redes sociales, no es reciente, sino de hace dos años.
Que de la grabación que muestra a Marcos Castro tomando de la mano a una vigilante, llevándosela a un lugar de la planta alta de la sede estatal del PAN, una madrugada de octubre de 2022, tenían conocimiento algunos integrantes del Comité, entre ellos la presidenta Augusta Díaz de Rivera, el secretario de Comunicación Social, Daniel Solís Salazar, y la secretaria de Promoción Política de la Mujer, Pilar Vargas Morán.
Y que la primera incluso llegó a hablar del asunto con el entonces presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, que éste pediría explicaciones y, en su caso, reprendería a Marcos Castro, y que el video se destruiría para no dar pie a escándalos o murmuraciones. Eso no ocurrió y alguien del propio partido conservó esa grabación o sacó una copia.
El video se liberó ayer, en el marco de las protestas que diversos grupos, diputados y dirigentes del PAN realizaron para oponerse a las reformas del Código Penal para no criminalizar la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación y para manifestarse en contra del Congreso local y los legisladores que aprobaron la “legalización” del aborto.
Pero también en el contexto de la lucha al seno del PAN por los descalabros electorales del 2 de junio, la renovación de la dirigencia estatal del partido, el nombramiento del coordinador del grupo parlamentario del blanquiazul en la LXII Legislatura y las que parecen irreconciliables diferencias entre Marcos Castro y la presidenta saliente del CDE.
Esta casualmente se encuentra de vacaciones, fuera del país.
Marcos Castro es uno de los aspirantes del grupo dominante del PAN Puebla para sustituir a Augusta Díaz de Rivera en la presidencia del CDE en el mes de noviembre. El otro es el presidente municipal sustituto de Puebla capital, Adán Domínguez Sánchez.
Y casualmente Marcos Castro es también uno de los aspirantes con más posibilidades de convertirse en el coordinador de los siete diputados locales que integrarán la fracción del PAN en la siguiente Legislatura.
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