La dirigencia de Augusta Díaz de Rivera Hernández y Marcos Castro Martínez pasará a la historia del PAN como una de las peores por sus escasos o nulos resultados electorales, y las deudas que heredará como consecuencia de las multas y sanciones que le aplicó el Instituto Nacional Electoral (INE).
La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) acaba de confirmar la multa de 7.4 millones de pesos que le fijó el INE por la omisión de gastos y contrataciones, y la justificación extemporánea de más mil eventos de la agenda de actos públicos de campaña durante el proceso electoral 2023-2024.
El asunto no es menor, pues el financiamiento público que en 2025 recibirá el PAN Puebla no sólo será sustancialmente menor en comparación con años anteriores, en los que recibió alrededor de 90 millones de pesos anuales, sino porque éste se verá mermado por sanciones que arrastra de 2022 y las que se acumulen de 2023, y por las multas derivadas del último proceso local electoral.
Dichas multas ascienden a 7.4 millones de pesos debido a que el CDE del PAN y sus candidatos a la gubernatura, presidencias municipales y diputaciones locales informaron de manera extemporánea de la celebración de mil 27 eventos de precampaña y campaña.
El PAN y sus candidatos omitieron, además, presentar un aviso de contratación de 69 mil 600 pesos; otros dos avisos de contratación por 618 mil 661 pesos; y un tercero de 69 mil 600 pesos.
Además el PAN y sus candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados al Congreso del estado omitieron reportar al INE los egresos generados por concepto de propaganda colocada en la vía pública por un monto de 32 mil 820 pesos; los egresos de propaganda y publicidad localizada en internet por 15 mil 818 pesos; los egresos en casas de campaña por 39 mil 617 pesos; y los egresos de cinco spots de radio y televisión por 261 mil 565 pesos.
Augusta Díaz de Rivera heredará a los panistas que la reemplazarán al frente del Comité Directivo Estatal del PAN un partido alejado de los votantes, sin una plataforma programática atractiva, sin victorias en los municipios y distritos importantes de Puebla; y con deudas que podrían llegar a un tercio de los recursos que por financiamiento público estatal recibirá del IEE en 2025.
En otras palabras un partido en franca y abierta decadencia.
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