La tarde de este jueves en la hacienda de San José Actipan, el candidato perdedor a la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, reunió a unos 300 candidatos a presidentes municipales y diputados al Congreso, así como a los dirigentes estatales del PAN, PRI y PRD, para agradecerles su apoyo en la campaña y anunciarles que después de un proceso de reflexión regresará a la batalla y estará muy activo.
A la comida también acudieron los dirigentes del PSI y algunos de sus candidatos, pero se retiraron molestos después de que un guarura maltrató a dos de sus candidatos a presidentes municipales, al ganador de Zaragoza, José Luis Martínez Hernández, y a la de Calpan, Adelina Marcos Bermeo, al primero porque llegó acompañado y a la segunda porque en la campaña no les contestaba el teléfono.
A la discusión se sumaron la senadora Nadia Navarro y su papá Carlos Navarro Corro, quien se retiró del salón-jardín, junto con unos 35 de sus candidatos, a los que se llevó a comer al hotel Villas Arqueológicas de Cholula. Marco Antonio Adame, coordinador general de campaña de Eduardo Rivera, trató de disculparse. Carlos Navarro aceptó las disculpas, pero le dijo que detalles como estos hicieron que Lalo perdiera.
El candidato perdedor no precisó cómo será su regreso, pero a varios de los presentes les quedó claro que esas palabras confirmarían la intención de éste de asumir la dirigencia estatal del PAN en sustitución de Augusta Díaz de Rivera Hernández y de volver a ser candidato en el 2027 o el 2030.
Una ausencia notaria en la comida fue la de Guadalupe “Lupita” Cuautle Torres, candidata panista triunfante a la presidencia municipal de San Andrés Cholula. Fue invitada pero no asistió y tampoco su marido, el edil en funciones Edmundo Tlatehui Percino, quien está valorando pelear la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN, una vez que concluya su gestión al frente del ayuntamiento sanandreseño.
Otro personaje que sí asistió, pero que decir de algunos entrevistados no se veía cómodo, sino molesto, fue Mario Riestra Piña, candidato perdedor a la presidencia municipal de Puebla, pues en la comida se dejó entrever que Eduardo buscaría la dirigencia panista o contender en 2027 por la alcaldía capitalina.
Roxana Luna Porquillo, candidata a la presidencia de San Pedro Cholula, dijo que para ganar tuvieron que dar una dura batalla con los de afuera, pero también con algunos cuadros que traicionaron a la alianza opositora como Paola Angon Silva, quien abiertamente operó en contra suya.
Inés Saturnino López Ponce, candidato perdedor de Tecamachalco, se quejó de los ataques que recibió en la campaña y dijo que la mayor parte de las acusaciones contra su persona jamás se han probado.
Una de las pocas que hizo autocrítica fue la candidata al Senado por la segunda fórmula, Ana Teresa Aranda Orozco. Esta dijo que en la jornada electoral no los arrolló el tráiler de Morena, sino el Tren Maya y que lo ocurrido debería obligar a los partidos agrupados en la coalición opositora a reflexionar sobre el rechazo que tuvieron de los votantes.
Con su elocuencia característica, Ana Teresa Aranda llamó al exdirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, a mantenerse leal a la alianza opositora. La 4T está a cuatro senadores de obtener la mayoría calificada en la Cámara Alta, pero si te doblas —le dijo al virtual senador priísta— yo misma te degüello.
En el sentir de varios de los asistentes se trató de una comida de agradecimiento de Eduardo Rivera a los candidatos que lo acompañaron, con intervenciones más en el sentido de que el esfuerzo debe continuar sin abandonar los territorios trabajados, pero con poca autocritica. En las mesas hubo más autocrítica, se habló de los problemas de coordinación, de la escasez de dinero y de la simulación en que incurrieron algunos dirigentes de partidos que sacaron más de lo que en realidad aportaron, como el PSI.
La comida y las intervenciones se prolongaron hasta las 19 horas.
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Un candidato a la presidencia municipal de San Andrés Cholula que anda resentido por el engaño de que ganaría las elecciones y porque siente que los 3 millones de pesos que aportó no se tradujeron en votos, ni en una operación electoral efectiva, es Víctor Alejandro Correau Galeazzi.
El abanderado de Morena, el PT y Fuerza por México cree que Eukid Castañón Herrera y Marcelo García Almaguer lo timaron, porque el primero no se involucró como prometió, sino que delegó la operación en Claudia López Mazariegos y ésta a su vez en Luis Alberto Cortés, quien en 2021 cobró notoriedad como candidato a diputado local de Movimiento Ciudadano por el distrito 12 con cabecera en Amozoc, vestido con un traje y disfraz del “Súper Héroe Cortés”.
El coraje del empresario Víctor Correau es que en San Andrés Cholula fue prácticamente cepillado por la candidata del PAN, PRI, PRD y PSI, Guadalupe Cuautle, que le ganó la presidencia municipal por casi 14 mil votos, o 20 puntos de diferencia.
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