Si la reversión de la concesión de los servicios de agua potable y alcantarillado del municipio de Puebla se veía complicada, debido a los costos y penalizaciones que se tendrían que pagar a la empresa concesionaria, ahora que la compañía coloque hasta el 75% de sus acciones en la bolsa, la cancelación será prácticamente imposible.
Los directivos de la empresa Agua de Puebla para Todos obtuvieron del Consejo Directivo del SOAPAP la autorización para vender hasta el 75% de sus acciones a Xinfra, que es una Fibra E, es decir un fideicomiso con incentivos fiscales que administra los recursos de las afores invirtiéndolos en proyectos de infraestructura redituables para beneficio de sus cuentahabientes.
Xinfra podría capitalizar Agua de Puebla con poco más de 5 mil millones de pesos, recursos que le permitirían de entrada cumplir con sus compromisos de inversión de 2,200 millones en 2023 y 2024, y liquidar los préstamos por 2,400 millones de pesos que contrató a Banobras y Banorte.
Y lo más importante: le aseguraría mantener el título de concesión de los servicios de agua potable y saneamiento que le otorgó por 30 años el gobierno de Rafael Moreno Valle en diciembre de 2013.
Cuando las acciones de Agua de Puebla salgan al mercado bursátil, lo cual ocurrirá en el primer trimestre del 2024, si la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) no disponen otra cosa, buena parte de éstas habrán sido adquiridas con los ahorros de los cuentahabientes de Afores como SURA.
En esas circunstancias será difícil que los diputados y dirigentes de Morena sigan con su cantaleta de pedir la cancelación de la concesión, pues el contrato y el título ya no será de los Hank Rhon, sino mayoritariamente de Xinfra, la Fibra E que representa a una o varias Afores, que administran los fondos para el retiro de miles de trabajadores.
La colocación de acciones será un gran negocio, pues Xinfra espera recabar con el 75% de las acciones que coloque en la bolsa unos 25 mil millones de pesos, cifra que alcanzará no solo para cumplir los compromisos de corto y mediano plazo de Agua de Puebla, así como los créditos que contrató a Banobras y Banorte, sino los 7 mil 640 millones que tendría que invertir en los próximos 20 años.
Haga cuentas y vea cuánto le sobraría, sin contar lo que recaudaría en las siguientes dos décadas por consumo de agua y tratamiento de aguas residuales.
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