Este miércoles la titular de la Auditoría Superior del Estado, Amanda Gómez Nava, podría ser relevada de su cargo por una resolución de un Tribunal Colegiado, lo que explica en buena medida por qué la ex secretaria de la Función Pública del extinto gobernador Miguel Barbosa Huerta ha mantenido un bajísimo perfil.
Su salida podría provocar un efecto dominó en la administración estatal, en el Congreso local y en el máximo órgano fiscalizador del estado, ya que algunos procedimientos que Amanda Gómez llevó a cabo para encubrir sus propias ineficiencias y las de otros funcionarios y legisladores barbosistas podrían quedar al descubierto.
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Otro priísta que acaba de sumarse al gobierno del estado, a invitación del secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, es el ex secretario de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI, el cenecista Rafael Ramos Bautista, quien ya colaboró con la Cuarta Transformación como presidente del Concejo Municipal de San José Miahuatlán, del 15 de octubre de 2021 al 1 de mayo de 2022.
Ramos Bautista despacha como subsecretario de Vivienda de la Secretaría de Bienestar, sustituyendo a Luis Martínez, quien a su vez se quedó como encargado de despacho cuando el hoy diputado local del PT, Antonio López Ruiz, renunció a la dependencia para irse como candidato por el distrito 20 con cabecera en la capital del estado en los primeros meses de 2021.
Antes de integrarse al gobierno del estado, Rafael Ramos fue presidente municipal de Los Reyes de Juárez, y al concluir su gestión fue incorporado a la dirigencia estatal del PRI, en la gestión de Néstor Camarillo Medina e Isabel Merlo Talavera, como secretario de Organización. Antes, en el propio CDE del partido tricolor fue secretario de Operación Política y presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos.
Su arribo a la Subsecretaría de Vivienda genera incertidumbre entre el personal de la Secretaría de Bienestar, pues no se sabe si tomará el control del área y corregirá las irregularidades en los programas de electrificación no convencional, calentadores solares, estufas ecológicas y vivienda progresiva, que estuvieron a cargo de Antonio López y Luis Martínez, o si mantendrá los negocios que ahí se realizan, pero con distintos proveedores.
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De las varias encuestas que distintas empresas locales y de la Ciudad de México han levantado en Puebla de cara a los comicios del próximo año, algo en la que casi todas coinciden es la baja competitividad de Movimiento Ciudadano.
Este partido por sí mismo anda con una intención de voto en la entidad entre 1 y 6 puntos.
La marca por sí misma no obtiene el 3% de los que piensan votar el primer domingo de junio del próximo año, porcentaje mínimo para mantener el registro.
Sus mejores números los capta cuando al logo de Movimiento Ciudadano se agrega el nombre del legislador Alejandro Armenta Mier. En este escenario la intención de voto del partido de Dante Delgado —que ya descartó la nominación del senador morenista como posible abanderado a la gubernatura de Puebla— sube a 5 o 6 puntos.
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