Amanda Gómez Nava, la auditora florero
Un ejemplo —de muchos que pueden documentarse— que revela el deficiente desempeño de la titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Amanda Gómez Nava, sobre todo después de los pliegos de observaciones por cerca de 3 mil millones de pesos que le hizo la Auditoría Superior de la Federación (ASF) al gobierno del estado por los recursos federales que recibió en 2021, es el Informe Individual del ejercicio 2020 correspondiente a la Secretaría de Planeación y Finanzas (SPF).
Por increíble que parezca, la auditora de hierro —célebre porque nunca supo responder cómo se integra una cuenta pública en la entrevista previa a su designación— sólo hizo seis observaciones, mismas que fueron totalmente solventadas antes de la elaboración del Informe.
Como las observaciones fueron solventadas, la ASE no formuló pliegos de observaciones, ni cuantificó importes a solventar en las seis áreas auditadas a la Secretaría de Finanzas: cuenta pública; otros servicios generales; otras prestaciones sociales y económicas; servicios profesionales, científicos, técnicos y otros servicios; transferencias internas y otras asignaciones al sector público; y ayudas sociales.
Tal situación resulta totalmente inverosímil a la luz de las observaciones por 2 mil 478 millones de pesos formuladas por la ASF al gobierno del estado correspondientes al año 202I, y de anteriores auditorías realizadas por el órgano fiscalizador poblano.
En 2019, en la gestión de Francisco Romero Serrano la ASE reportó en su Informe Individual 2019 de la cuenta pública del Poder Ejecutivo 110 observaciones por un monto de 2 mil 320 millones de pesos.
Preguntas: ¿A poco con el arribo de la auditora de hierro Amanda Gómez Nava a la ASE, las irregularidades y anomalías en que incurrían las dependencias y entidades del Ejecutivo del estado desaparecieron?
¿De verdad alguien cree que, en la Secretaría de Finanzas, durante la gestión de Miguel Barbosa, los recursos estatales se aplicaron con tal eficiencia, eficacia, transparencia y honradez que la ASE no encontró una sola observación que tuviera que ser comprobada o justificada?
¡Por favor!
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Otra evidencia del deficiente trabajo de Amanda Gómez y su equipo de fuereños es el Informe Individual 2020 de la Secretaría de Planeación y Finanzas, publicado en el portal de la ASE, y que hasta el día de hoy se puede descargar en el siguiente link.
En la página 5/72 de la versión pública de este documento en formato PDF se puede leer que la ASE auditó 13 millones 233 mil pesos a la dependencia, de un universo de 94 millones 641 mil pesos que supuestamente es el devengado por el gobierno del estado en 2020.
Las cifras son erróneas. A los genios de la ASE se les olvidó aclarar que a las cantidades hay que agregarles tres ceros.
El gasto ejercido en 2020 no fue de 94 millones 641 mil pesos sino de 94 mil 641 millones de pesos y el monto auditado a la Secretaría de Finanzas no fue de 13 millones 233 mil pesos, sino de 13 mil 233 millones de pesos.
A la luz de esa pifia el monto revisado a la Secretaría de Finanzas no equivaldría al 14% del gasto ejercido por todo el gobierno, sino al 0.14% en relación con el total de los egresos devengados en 2020 por 94 mil millones 641 mil pesos.
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Este miércoles el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina será anfitrión en el Centro Integral de Servicios (CIS) de Angelópolis del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y de 10 gobernadores.
Y es que Puebla será sede de la firma de convenios de concentración del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP 2023), en la región centro del país.
Los invitados se reunirán en el CIS, y los que quieran podrán quedarse a una comida en el Salón Barroco del Edificio Carolino de la BUAP.
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