Aguas con las bases magisteriales y los opositores que buscan la Sección 51 del SNTE
El magisterio del sistema educativo estatal es un sector que se siente lastimado por el gobierno del estado, por la poca o nula empatía que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta ha mostrado hacia sus demandas y dirigentes sindicales, a los que acusa de no haberlo apoyado en las elecciones de 2018.
El malestar se recrudeció en los últimos días, después de que el viernes algunos docentes suspendieron clases y realizaron una protesta de brazos caídos, en el edificio central de la SEP, para exigir que el gobierno del estado les pague el aumento salarial que el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció a los docentes de menos ingresos desde el 15 de mayo.
La inconformidad de las bases magisteriales no sólo está centrada en el gobernador Barbosa y su secretario de Educación, Melitón Lozano Pérez, sino en los dirigentes de la Sección 51 del SNTE, que no han gestionado ese aumento, ni presionado a las autoridades educativas para que se pague a la brevedad.
Esta situación no es desconocida por algunos aspirantes a suceder a Jaime García Roque en la Secretaría General del Comité Ejecutivo Seccional, por lo que han decidido apoyar la “Marcha por la Dignidad del Magisterio Poblano”, en aras de llevar agua a su molino y capitalizar en su provecho esta acción de protesta.
La marcha, que partirá de la fuente de la China Poblana con destino a Casa Aguayo, ha puesto contra la espada y la pared a los dirigentes de la Sección 51 del SNTE, que son conscientes de la importancia de apoyar esta lucha de los maestros menos favorecidos, pero que saben que su participación desataría la ira del gobernador Barbosa y posibles represalias.
Es tal la presión del gobierno y las bases magisteriales, que el Comité Ejecutivo Seccional optará por apoyar la marcha, destinando algunos recursos económicos a sus promotores y organizadores, para la movilización de los manifestantes, pero sin que sus principales secretarios hagan acto de presencia.
Los dirigentes de la Sección 51 quieren evitar que sus críticos y opositores se involucren en la protesta, dizque para no contaminar o politizar el movimiento con fines electorales o clientelares, pero no han encontrado la manera de hacerlo, lo que podría provocar que la marcha se salga de control y termine convirtiéndose en un acto de repudio al grupo del secretario general y sus aliados en el proceso de cambio de dirigentes en puerta.
En la coyuntura electoral por la que atraviesa el gremio magisterial, que agrupa a la mayoría de los trabajadores de la educación del sistema estatal, la marcha y el movimiento de maestros inconformes que ganan menos de 20 mil pesos al mes, puede marcar un parteaguas en la relación Gobierno-SNTE, pero también entre el grupo que hoy domina el Comité Seccional y sus opositores, que se aprestan a desbancarlo.
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