Burócratas estatales a la greña
En la medida que se alargue el anuncio del aumento salarial a los burócratas al servicio del estado, las posibilidades de que Virgina Socorro Meza Cruz prolongue su permanencia en la secretaria general del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado y Organismos Descentralizados o logre su reelección por cuatro años más, disminuyen drásticamente.
De entrada, porque el malestar de los trabajadores es creciente al no haber claridad sobre el aumento salarial (que por lo general se anunciaba el 8 de agosto Día del Burócrata), por los despidos y ajustes de personal de base que vienen dándose en varias dependencias y entidades de la administración estatal, y por su negativa a rendir cuentas del destino de las cuotas sindicales en una asamblea.
Pero además porque ya son tres los aspirantes que han levantado la mano para disputarle la dirigencia del Comité Ejecutivo: Martha Rodríguez Salinas, de la Dirección Administrativa de la Secretaría de Finanzas; Miguel Ángel Carreón, de la Dirección de Bienes Muebles e Inmuebles; y Margarita Hernández Cruz, de la Dirección de Recursos Humanos.
De estos tres la más alineada con la 4T y el gobernador Luis Miguel Barbosa es Martha Rodríguez, quien coordinó el movimiento Despedidos en Digna Resistencia, que se constituyó con los trabajadores corridos durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, y cuyos simpatizantes y allegados se promocionan como Movimiento por la Democracia.
La renovación del Comité Ejecutivo del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado y Organismos Descentralizados tiene que llevarse a cabo durante el mes de diciembre, de suerte que la convocatoria tendría que publicarse un mes antes.
Los opositores de Virginia Cruz le reprochan varias cuestiones, como su negativa a rendir cuentas de los casi 24 millones de pesos que supuestamente ha recibido por concepto de cuotas sindicales; el haber favorecido a familiares con plazas y contrataciones, como su hermana Laura, quien el 16 de octubre de 2018 se incorporó al Congreso del Estado y su sobrino Dante Cruz Serrano, en la Auditoría Superior del Estado; solapar a una treintena de supervisores de la Secretaría de Movilidad y Transporte, que cobran sin trabajar; y de comprar una casa en el fraccionamiento Los Portones de Amozoc, supuestamente con los dineros del Sindicato.
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