LA CORTE DE LOS MILAGROS

Preocupante el subejercicio del ayuntamiento de Puebla

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  • Al mes de noviembre tiene 2 mil 142 millones de pesos de recursos no ejercidos

Este viernes en la presentación, discusión y aprobación del estado que guardan las finanzas públicas del ayuntamiento de Puebla al mes de noviembre, el tesorero municipal Armando Morales Aparicio no tuvo más remedio que admitir, a través de un documento entregado a los regidores miembros de la Comisión de Hacienda, un subejercicio de 2 mil 142 millones de pesos.

Y así se reconoció, como subejercicio, y ya no como ahorro. Dicha suma equivale a casi un tercio del presupuesto que el ayuntamiento capitalino tenía que gastar en este año.

Me explico. Para 2020 se aprobó un presupuesto de 5 mil 290 millones, que se modificó a 6 mil 411 millones de pesos como consecuencia de ampliaciones e ingresos extraordinarios por el orden de los 1 mil 121 millones de pesos.

Del presupuesto modificado, el ayuntamiento presidido por Claudia Rivera Vivanco sólo ha podido gastar dos de cada tres pesos autorizados.

De los 2 mil 142 millones de pesos no ejercidos, 1 mil 649 millones de pesos están en cuentas bancarias o en inversiones temporales.

Las Secretarías con más subejercicio presupuestal acumulado son Infraestructura y Servicios Públicos, Seguridad Ciudadana, y Bienestar.

El asunto resulta preocupante, pues es inaudito que ante la grave crisis sanitaria y económica el ayuntamiento no esté gastando ese dinero en obras de infraestructura y desarrollo social que tanta falta hacen en la capital; en programas que generen empleo y permitan la supervivencia de las micros y pequeñas empresas formales; y en servicios básicos como la construcción de un nuevo panteón municipal, la adquisición de un incinerador para las personas que no pueden pagar este servicio, y la limpieza y sanitización permanente de la Central de Abasto y los mercados municipales que son focos de contagio y propagación del virus.

Pero también porque ese subejercicio de 2 mil 142 millones de pesos refleja que los secretarios del ayuntamiento no saben gastar conforme a lo presupuestado a lo largo del año; que sus ejercicios de planeación, calendarización y ejecución de obra y servicios públicos no sirven de nada; y que los funcionarios responsables de estas acciones son ineficientes o ineficaces.

De acuerdo con regidores asistentes a la Comisión de Hacienda del viernes, donde los estados financieros del ayuntamiento al mes de noviembre se aprobaron con 3 votos a favor, dos votos en contra y una abstención, un ejemplo de esta ineficiencia o ineficacia es el secretario de Infraestructura, José Israel Román Romano, ya que de los 1 mil 800 millones de pesos etiquetados para su dependencia, sólo ha gastado 400 millones y tiene comprometidos 832 millones de pesos adicionales en lo que resta del año.

EN CORTO

¿Recuerda que el mes pasado le comenté que la Secretaría de Administración canceló las licitaciones públicas GESAL-108-500/2020 y GESAL-113-528/2020 para la adquisición de uniformes y equipo de policía y bomberos para la Secretaría de Seguridad Pública del estado, porque se “violentaba el principio de igualdad, que garantiza la posición que guardan los licitantes frente a la administración”?

Pues le cuento que los uniformes de policía ya no se adquirirán este año por falta de tiempo y que en el caso de los uniformes y equipo para los bomberos ya salió una nueva licitación, la GESAL-154-754/2020, que se publicó el pasado 3 de diciembre y cuya junta de aclaraciones se efectuará este martes.

El fallo de este procedimiento está previsto para el lunes 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, siempre y cuando no se difiera alguna de las etapas.

Llama la atención el punto 4.3 de las bases, según el cual el ganador de la licitación debe entregar los uniformes de bomberos al día siguiente de que se firme el contrato, lo cual nos hace suponer dos cosas: uno, que los uniformes ya están elaborados y el procedimiento es una mascarada; o dos, que la licitación nuevamente se cancelará para adjudicar directamente ese contrato.

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Por cierto.

¿Alguien sabe qué ha pasado con las empresas que se inconformaron con la anterior licitación de uniformes de policía y que se gastaron una fortuna en muestras, análisis de laboratorio, papelería, viáticos y demás insumos que exige la Dirección de Adquisiciones para no ser descalificados?

Como recordará, el malestar de los inconformes radica en que la referida licitación se canceló en la última etapa, es decir cuando las empresas esperaban el acta de fallo, cuestión que no se había visto en ninguna de las 174 licitaciones estatales y 12 licitaciones federales que ha convocado la 4T en el 2020.

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