LA CORTE DE LOS MILAGROS

En menos de un año el morenovallismo se esfumó

.


A un año de la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y su esposo y jefe político, Rafael Moreno Valle, el morenovallismo está totalmente aniquilado, sin visos de levantarse o resurgir con alguno de los que fueron sus adláteres.

Ninguno de éstos fue capaz de mantener la cohesión o unidad del grupo político encabezado por el ex gobernador Moreno Valle, que tampoco hizo nada por perfilar otro cuadro que no fuera él o por nombrar un segundo o tercero al mando.

El ex gobernador José Antonio Gali Fayad fue marginado por los morenovallistas “puros”, relegado a un segundo plano en las negociaciones para definir al gobernador interino y obligado al ostracismo por el nuevo grupo gobernante.

El ex presidente municipal Luis Banck Serrato desapareció después de su incendiario discurso durante el funeral de Estado y los gritos de ¡asesinos, asesinos, asesinos! que algunos asistentes al acto dirigieron a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en representación del gobierno federal.

El ex diputado federal Eukid Castañón Herrera huyó de Puebla y anunció su retiro de la actividad política.

Otros morenovallistas optaron por un perfil bajo, muy bajo, como el ex secretario de Salud Jorge Aguilar Chedraui y el senador Roberto Moya Clemente, y otros por la traición o el colaboracionismo con los que supuestamente eran sus adversarios en el pasado reciente como los diputados Marcelo García Almaguer y Gerardo Islas Maldonado.

El propósito, la misión y visión del grupo político del ex gobernador siempre giró en torno a su persona y su proyecto de hacerse de la presidencia de la República. Nunca hubo objetivos secundarios o alternativos para alguien que no fuera él.

Incluso la gubernatura de Puebla, primero con Tony Gali y luego con Martha Erika, siempre se concibió como una posición estratégica para la consecución del gran propósito, pero nunca como una finalidad en sí misma.

Por eso ninguno de los miembros del grupo despuntó, se consolidó como el sucesor natural de Rafael Moreno Valle o como el representante político de sus intereses en el ámbito local.

Por eso cuando el senador falleció trágicamente, junto con su esposa Martha Erika Alonso, su asistente, el piloto y el copiloto del helicóptero Agusta de la empresa Servicios Aéreos del Altiplano, el morenovallismo también murió en ese accidente.

Por eso el enviado de la Cuarta Transformación para disputar la gubernatura de Puebla pudo, con su mayoría en el Congreso del Estado, nombrar un gobernador interino a modo, cooptar a sus adversarios políticos y ganar las elecciones extraordinarias.

Por eso es que Miguel Barbosa ha podido como gobernador constitucional desmontar y aprovechar a su favor las estructuras creadas por Moreno Valle; borrar sin oposición su logotipo y demás símbolos distintivos en obras, hospitales, auditorios, parques y edificios; cooptar a sus operadores electorales y aliados políticos; y eliminar cualquier vestigio político o administrativo del morenovallismo en dependencias y oficinas de gobierno.

Y todo eso en menos de un año.

***

Correos: periodistasoy@hotmail.com y rruiz@e-consulta.com

Twitter: @periodistasoy

Facebook: https://m.facebook.com/RodolfoRuizOficial


[pvcp_1]

Popups Powered By : XYZScripts.com