Archivo Municipal, acervo histórico en peligro
Algo preocupante viene sucediendo en el Archivo Histórico Municipal de Puebla, uno de los más antiguos y completos de América, por lo que incluso fue declarado por la UNESCO Memoria del Mundo.
Su acervo documental contiene más de cuatrocientos ochenta años de acontecimientos de la ciudad, y por tanto parte de la historia nacional e hispanoamericana. Se distingue por la antigüedad de sus documentos (el primero data de 1532); por la integridad de sus series documentales (son pocas sus lagunas cronológicas); y por el buen estado de conservación de su acervo, atribuido en gran parte al clima de la ciudad y al celoso cuidado de sus archivistas a través del tiempo.
A raíz de la llegada de un nuevo director, Alberto Zepeda Lara, en sustitución de Maricruz Ríos Yanez, y la salida de Lucero Eugenia Álvarez Castro como jefa del Departamento de Archivo de Concentración, la preservación y protección de algunos documentos del Archivo Histórico Municipal se ha descuidado.
Un poco por el desconocimiento que en la materia tiene el nuevo director, un ingeniero sin experiencia en archivística y el manejo y protección de documentos históricos, y otro por las libertades y la falta de controles sobre la jefa del Departamento de Archivo Histórico, María Aurelia Hernández Yahuitl, y el personal a su cargo.
Hernández Yahuitl presta libros, mapas y fotografías que a veces salen de las instalaciones del Archivo Histórico sin que las personas que se los llevan o los empleados que facilitan su salida firmen los registros o papeletas correspondientes.
Hace poco se perdió un tomo completo que reúne ejemplares de varios años del Periódico Oficial del estado con el catálogo de monumentos y edificios históricos de la Ciudad de Puebla.
Del Archivo Histórico Municipal han también desaparecido CDs con más de 4 mil fotografías históricas digitalizadas.
Según el testimonio de empleados del Archivo, el propio director del organismo Alberto Zepeda ha sacado cientos de copias del Archivo de Concentración, que se ubica en la Antigua Cementera, sin cumplir con la normatividad y los protocolos del caso.
En octubre o noviembre del año pasado, Aurelia Hernández sostuvo una reunión con el personal del Archivo Histórico y ahí pidió a ciertos empleados de su confianza (Rocío, Carlitos, Leticia y Francisca) discreción para que nadie fuera de ellos supiera cómo maneja los asuntos del organismo, o de los cobros y exenciones que al margen de la Ley de Ingresos del municipio hace por las copias de documentos y fotografías que le solicitan.
Al margen de que haya sido grabada a escondidas, la Contraloría Municipal debería abrirle una investigación, no sólo por el manejo discrecional del acervo del Archivo Histórico y los cobros estipulados en la Ley de Ingresos, sino por el tomo que se perdió y otros CDs de fotografías históricas digitalizadas que tampoco aparecen.
Demorar esa investigación podría costarle al Archivo el extravío de documentos históricos relevantes, sino perder el título de Memoria del Mundo que la UNESCO le otorgó en la gestión municipal de José Antonio Gali Fayad.
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