La plataforma electoral de Morena y sus seis ejes estratégicos que esta noche presentó su candidato a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta Mier tiene un grave problema: no explica cómo, ni cuándo logrará lo que propone.
Eso convierte su plataforma en un documento de buenas intenciones, como el que en su momento anunciaron otros candidatos que llegaron a la gubernatura, pero que no se aterrizaron en políticas públicas y acciones concretas.
Cuántos gobernadores no propusieron antes seguridad con justicia, la distribución de la riqueza para disminuir la brecha entre las clases sociales, el saneamiento de los mantos acuíferos y la gestión responsable de los recursos naturales, convertir al valle de Puebla en un polo tecnológico que impulse la reactivación económica, el desarrollo humano con visión sostenible, un gobierno inteligente y transparente, hacer del turismo un catalizador del bienestar e impulsar a los pueblos originarios no solo en lo turístico y económico, sino en la construcción de una sociedad más inclusiva.
Si la memoria no me falla Mario Marín lo hizo, al igual que Rafael Moreno Valle, Antonio Gali y Luis Miguel Barbosa. Quizás con otras o con las mismas palabras.
¿Por qué 20 años después seguimos los poblanos escuchando las mismas propuestas y las mismas promesas: cero tolerancia a la corrupción y la erradicación de privilegios; la modernización de la administración pública; el reconocimiento de la diversidad y de los migrantes; la modernización del sistema de procuración e impartición de justicia; e impulsar la educación de calidad con innovación tecnológica?
Sólo hay que revisar las plataformas electorales de los gobernadores de los últimos 20 años para darnos cuenta que los 10 pasos planteados esta noche por el abanderado de la coalición Sigamos Haciendo Historia para construir el Segundo Piso de la Cuarta Transformación son lugares comunes.
La verdad es que dadas las circunstancias de rezago social, dispersión poblacional, pobreza y marginación; inseguridad pública, asaltos en carreteras, robo al transporte de carga y tomas ilegales de gasolina y gas; de la ausencia de obras de alto impacto y de infraestructura básica en materia de desarrollo urbano e industrial; y de proyectos detonadores de crecimiento y desarrollo económico del estado, Alejandro Armenta hubiera perfilado en su plataforma electoral las siguientes cuestiones:
Cuál es o cuál debería ser la vocación económica de Puebla, es decir hacia dónde enfocarnos y ser lo más competitivos para recuperar el empuje que ha perdido el estado.
Cómo y qué acciones emprenderá su gobierno para sacar provecho del llamado nearshoring, es decir, del fenómeno de reubicación geográfica y relocalización de centros de producción que se está dando en el mundo y del que México es uno de los grandes beneficiados.
Cuáles serán las obras y proyectos de alto impacto que emprenderá en caso de ganar la gubernatura, para reactivar la economía y el desarrollo de la entidad, y subirnos a la ola del nearshoring.
Cómo conseguirá que Puebla deje de ser un estado huachicolero, recuperar la seguridad en las autopistas y carreteras que lo cruzan, y detonar otras regiones económicas aparte de la zona metropolitana de Puebla.
Si Alejandro Armenta cree que la respuesta a estas interrogantes se halla en la plataforma electoral y los seis ejes rectores estratégicos que esta noche presentó, la verdad es que estos quedan a deber, sobre todo si no explican cómo y cuándo se concretarán.
La plataforma electoral del candidato a gobernador de la coalición Sigamos Haciendo Historia no deber ser, como lo han sido otras, un catálogo de buenos propósitos.
Lo ideal es que sus propuestas se convirtieran en razones de voto, es decir en argumentos para que los electores optaran por él y no por sus contrincantes, porque tiene mejores ideas, los mejores planes y el método para llevarlos a buen fin en el transcurso de su administración.
Compromisos Por Amor a Puebla by reportero econsulta
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