Una explicación que nos deben los legisladores federales de Puebla, especialmente los de Morena, el PT y el PVEM, así como el Gobierno de la República, el gobernador Sergio Salomón Céspedes y los organismos de agua potable como la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento del Estado de Puebla (Ceaspue), es por qué en el Presupuesto de Egresos de la Federación se asignaron cero pesos al estado.
Sí, cero pesos en la partida de subsidios, administración del agua y agua potable, a diferencia de otras entidades como Guerrero, el Estado de México, la Ciudad de México y Veracruz, a las cuales se les etiquetaron recursos federales por 522 millones de pesos, 198 millones, 131 millones y 129 millones, respectivamente.
De las 32 entidades federativas, Puebla es la única que aparece con cero pesos, lo que en su momento criticaron los diputados federales Ana Teresa Aranda Orozco y Mario Riestra Piña, sin que sus protestas fueran atendidas.
Los estados con menos subsidios por administración del agua y agua potable son Nayarit con 522 mil pesos, Colima con 16.7 millones, Tlaxcala con 20 millones.
La razón del por qué Puebla fue castigada con cero pesos es todavía más cuestionable si se revisan las aportaciones de años anteriores, como la del año en curso que se le etiquetaron fondos federales por 377.9 millones de pesos.
Una posible explicación es que el gobierno de Puebla, a través del Ceaspue, no propuso proyectos de inversión viables en materia de agua potable y alcantarillado para el 2024, que estos llegaron tarde y no pudieron ser considerados en el Presupuesto de Egresos de la Federación o que las obras en curso aprobadas para ejecutarse en 2023 van mal o con irregularidades.
Como sea, eso requiere una explicación tanto de los diputados poblanos salientes, varios de los cuales buscan su reelección como de las autoridades locales que es la hora que no levantan la voz, ni critican ese trato discriminatorio, por decir lo menos.
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Ediles priístas desairan registro de Eduardo Rivera Pérez
El registro de Eduardo Rivera Pérez como precandidato del PRI a la gubernatura fue un fiel reflejo de lo que sucede y sucederá con los presidentes y dirigentes municipales de este partido en la campaña electoral.
De los 47 presidentes municipales que el PRI tiene en la entidad, al registro del que será su abanderado a la gubernatura sólo acudió una decena, la mayoría de poblaciones pequeñas con excepción de Chignahuapan.
Al evento en la sede estatal del PRI, que reunió a unas 700 personas no acudieron los ediles de Xicotepec, Zacatlán y Zacapoaxtla, que ya están más cerca de la Cuarta Transformación que de la coalición opositora, sino unos diez, entre ellos los de Camocuautla, Cuyuaco, Huaquechula, Tlapanalá y Tepeojuma.
Tal capacidad de convocatoria debería preocupar a la dirigencia estatal del PRI, que insiste en negar la desbandada de presidentes municipales y diputados locales, así como al virtual candidato de la coalición Mejor rumbo para Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Y es que el exsecretario de Gobernación Julio Huerta Gómez lograba reunir a más ediles priístas en sus mítines y actos de apoyo a Claudia Sheinbaum que los reunidos esta noche en la sede estatal del tricolor.
Otra cuestión preocupante es el poco ánimo que entre los militares del PRI despertó Eduardo Rivera, como se puede apreciar en estos videos.
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