Algo paradójico ocurre en el gobierno presente con la dependencia encargada de procurar que las mujeres, niñas y adolescentes poblanas cuenten con políticas públicas y programas para la igualdad, que combatan la discriminación y la violencia, y permitan el pleno goce y ejercicio de sus derechos humanos: la Secretaría de Igualdad Sustantiva.
Lo anterior viene a cuento por el adeudo que esta Secretaría tiene con 60 mujeres, entre profesionistas, trabajadoras sociales y prestadoras de servicio contratadas para laborar desde el 1 de junio en el programa federal Centros para el Desarrollo de las Mujeres, cuya función es asesorar e impartir talleres para el empoderamiento económico y la autonomía de las mujeres en diferentes municipios de la entidad.
Las 60 mujeres a las cuales se les adeudan cuatro meses de salarios están distribuidas en 17 Centros ubicados en los municipios de Acajete, Acatlan, Atlixco, Cuetzalan, Cuautlancingo, Chiautla de Tapia, Huaquechula, Huejotzingo, Los Reyes de Juárez, San Andrés Cholula, Puebla, San Martin Texmelucan, Tecali de Herrera, Tepeaca, Tlahuapan, Xicotepec y Zacatlán. En cada centro trabajan tres y hasta cuatro profesionistas, entre abogadas, psicólogas y trabajadoras sociales, en un horario de 9:00 a 16:00 horas.
Por experiencia de años anteriores, los pagos de este programa con duración de seis meses —concluye el 30 de noviembre de 2023— se regularizaban en agosto, cuando se les cubrían los primeros tres meses.
Sin embargo, ahora no hay fecha, ni certidumbre de cuándo recibirán sus salarios, pues al acudir a la Secretaría de Igualdad Sustantiva lo único que les dicen es que tengan paciencia, que el problema no es de ellos sino de la Secretaría de Planeación y Finanzas, y que no desesperen.
Por todo lo anterior es que las afectadas han decidido solicitar la intervención del gobernador Sergio Salomón Céspedes para que la titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva, Melva Guadalupe Navarro Sequeira, no las abandone a su suerte, ni se desentienda de su pago con el pretexto de que la culpa es de la Secretaría de Finanzas.
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Aunque usted no lo crea, la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado podría apresurar la salida de dos directoras de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) que se han opuesto al otorgamiento de 39 plazas de formadores de maestros por cadeneo, por acuerdos políticos entre la dependencia y el SNTE, o de manera discrecional.
Estas directoras son María del Rosario Toxqui Torres y Yuneri Calixto Pérez, quienes están al frente de los planteles 211 y 212 de la UPN con sede en Puebla y Teziutlán, respectivamente.
Por el contrario, el director del plantel 213, Andrés Jaime López Cid, quien ha dejado de pugnar porque esas plazas docentes de tiempo completo titular “C” se otorguen mediante concurso de oposición podría permanecer en su cargo, al menos en lo que resta del gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Hace unos días al subsecretario de Educación Superior del estado, Juan Antonio Badillo Torre, se le pidió preparar el lanzamiento de una convocatoria para elegir nuevos directores en dos de los tres planteles de la UPN en la entidad.
La petición se la habría hecho Jorge Trejo Carmona, quien oficialmente despacha como director general de Planeación y Servicio Profesional Docente, pero que en los hechos funge como el principal operador político de la titular de la SEP, María Isabel Merlo Talavera, dentro y fuera de la dependencia.
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La mejor evidencia de que en Puebla el partido Movimiento Ciudadano está lejos de convertirse en una opción democrática para los votantes, es que a su dirigente nacional Dante Delgado Rannauro le han valido un sorbete las quejas en contra de su coordinador estatal, Fernando Morales Martínez, y las peticiones de una urgida y profunda renovación de su Comisión Operativa.
Movimiento Ciudadano es una organización desmantelada, sin estructura y sin cuadros, que ni siquiera está siendo consideraba, como ocurre a nivel nacional, como una alternativa para dividir o fragmentar el voto del bloque opositor conformado por el PAN, el PRI y el PRD.
La verdad es que la mayoría de los cuadros priístas que en algún momento Fernando Morales logró atraer, con la promesa de candidaturas o posiciones, hoy no sólo han abandonado el partido naranja, sino que se han integrado a los equipos de los que alguna vez fueron sus jefes en el PRI y que hoy son los principales tiradores de Morena a la gubernatura de Puebla, los primos Alejandro Armenta e Ignacio Mier, y Julio Huerta Gómez.
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