El autodestape del exsecretario de Salud del estado, José Antonio Martínez García, como aspirante a la gubernatura de Puebla, en el noticiario matutino de televisión conducido por Juan Carlos Valerio, hay que leerlo en el contexto del rompimiento de la viuda del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, con el primo de éste, Julio Miguel Huerta Gómez, y con el gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Doña Rosario Orozco Caballero, asesorada por la excoordinadora de Comunicación Social del gobierno barbosista, Verónica Vélez Macuil y algunos miembros de la dirigencia estatal de Morena —que han sido marginados por la nueva clase política gobernante— se están aprovechando de la buena imagen, conocimiento y bonhomía de José Antonio Martínez para llevarlo a una aventura sin red de protección.
La viuda y su malévola comunicadora son quienes impulsan las aspiraciones del doctor Martínez García, no porque en realidad crean que pueda obtener la nominación, sino para confrontar al gobernador Céspedes y debilitar las aspiraciones del exsecretario de Gobernación y coordinador estatal de Claudia Sheinbaum, Julio Huerta.
En la entrevista pactada con el canal local de Imagen Televisión, el exsecretario de Salud afirmó que no llega tarde a la contienda por la gubernatura, y se definió como el aspirante de Morena “todo terreno” y mejor preparado con cuatro cédulas profesionales como médico general de la BUAP, dos especialidades y una maestría en administración por la UDLAP, universidad que le entregó el reconocimiento Cum Laude, y de la cual es presidente de su Consejo Consultivo.
Puntualizó que su perfil es totalmente ciudadano, por lo que es la mejor opción de Morena y la Cuarta Transformación, y que su campaña a la gubernatura no la hará derrochando dinero en espectaculares como otros aspirantes, sino casa por casa, y municipio por municipio.
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La falsa austeridad de Miguel Carrillo
Si en Puebla hay un legislador que simboliza la doble moral de la Cuarta Transformación en materia de austeridad y bienestar material sin lujos ni compras superfluas, ése es precisamente Mario Miguel Carrillo Cubillas, diputado federal de Morena por el distrito 13 con cabecera en Atlixco.
El primo del presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, no escatima en gastos cuando viaja al extranjero y sale de vacaciones a Disneylandia, San Diego, Big Bear, Santa Mónica y Legoland, California.
No sólo lo hace con todas las comodidades y lujos a su alcance, incluyendo una camioneta Tesla modelo X de más de dos millones de pesos, sino con acceso a los parques temáticos y entradas estadios de béisbol y fútbol, para ver jugar a los Padres de San Diego o al Ársenal contra el Barcelona.
El diputado federal es secretario en la LXV Legislatura de la Comisión de Defensa e integrante de las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública, Infraestructura, Transparencia y Anticorrupción, con un desempeño que va de regular a mediocre.
La austeridad republicana de Mario Miguel Carrillo se extiende a Puebla como vecino del fraccionamiento La Vista y socio de su Casa Club en donde suele vérsele jugando golf o tenis, o llevando a sus menores hijos al Colegio Andes de los Legionarios de Cristo.
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