Poco a poco la coalición “Unidos por Tlaxcala” viene sumando y creciendo en liderazgos y en fuerza rumbo a las elecciones del próximo 6 de junio. Hasta ahora ha contenido las fracturas internas provocadas por la imposición de algunos candidatos a alcaldes y a diputados locales, lo que le resulta positivo porque el PRI, PAN, PRD, PAC y el PS han mantenido la unidad.

 

 

 

 

En el PRI donde existen intereses marcados por ciertos grupos políticos se ha operado la unidad y por esa razón es posible ver a los marianistas recorriendo y trabajando en los 60 municipios de la entidad. El menismo también lleva a cabo su tarea y refuerza su presencia en aquellas zonas donde ha aterrizado su programa para combatir la pobreza denominado “Supérate”.

 

El gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez no ha dejado sólo a su partido y menos a la coalición “Unidos por Tlaxcala”, de ahí que ayer confirmó que aceptó la renuncia que el pasado viernes presentaron cuatro funcionarios de primer nivel para participar como candidatos en los próximos comicios.

 

Anabel Alvarado Varela, Arnulfo Arévalo Lara, José Luis Ramírez Conde y Juan Antonio González Necoechea, quienes se desempeñaban como secretarios de Turismo, de Fomento Agropecuario, de Comunicaciones y Transportes y como director del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, respectivamente, fueron los que dejaron la burocracia dorada y ahora deberán demostrar que su jefe político no se equivocó.

 

De esos funcionarios  el que más llama la atención es José Luis Ramírez, quien pese a ser el priista mejor posicionado para competir por el distrito electoral federal uno, terminó con la candidatura para la presidencia municipal de Apizaco dejando en el camino a puro aspirante balín que impulsaba el marianismo como Emilio Sánchez Rivera.

 

Ramírez Conde puede convertirse en una sorpresa del grupo menista y meterse de lleno por la alcaldía de la ciudad rielera, pues tiene estructura, respaldo social y ganas de demostrar que cuando el PRI le apuesta a militantes con trabajo y experiencia puede disputar posiciones de poder.

 

Otro ex funcionario que quizá puede dar pelea no tanto por él sino por la operación que realice su partido es el gris Arnulfo Arévalo, quien desde hace meses se dedicó a recorrer el distrito local once (Huamantla) entregando apoyos y programas del gobierno estatal.

 

La priista Anabel Alvarado que intentará gobernar el ayuntamiento capitalino la tiene muy complicada, no sólo porque los priistas de Tlaxcala no la ven con buenos ojos y dudan en respaldarla, sino porque en su actuación como funcionaria en la actual administración siempre fue déspota y soberbia, al grado que se ha ganado el desprecio y rechazo de la clase política.

 

Juan Antonio González representa un bulto y una cuota del marianismo. Ese patético ex panista y hoy priista competirá por la diputación local del distrito cuatro con cabecera en Apizaco.  Su derrota es anticipada.

 

A 27 días del arranque formal de las campañas para gobernador de Tlaxcala  el ambiente electoral ya se está calentando y las acusaciones de desvíos y aprovechamiento de los programas sociales tanto del gobierno federal como estatal están a la orden del día.

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