La ruptura en Morena es inevitable. Las posibilidades de que los siete aspirantes a la candidatura al gobierno del estado terminen unidos y avalando el proceso interno son mínimas.

 

El acotado líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, ya comprobó la polarización que existe entre los precandidatos tlaxcaltecas del partido que fundó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Pudo sentir y percibir la animadversión que una aspirante tiene contra otra que recibió, sin sentido, varias acusaciones de corrupción, señalamientos que no fueron documentados y menos probados.

 

Al final la decisión de quién será el abanderado o abanderada oficial de Morena no dejará a nadie contento, por lo que habrá que ver que tan grave es la fractura interna, la cual según unos analistas podría terminar por impulsar aún más al bloque opositor amplio de Tlaxcala conformado por el PAN, PRI, PRD, PAC y el PS.

 

En Morena hubo este fin de semana siete registros de aspirantes a la gubernatura de Tlaxcala y ninguno destacó o emocionó de más. El primero fue el de José Rafael Minor Molina, seguido por el de Lorena Cuéllar Cisneros y el de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera.

 

Más tarde se reportó el de la empresaria Dulce Silva Hernández para concluir con los del activista y abogado Parménides Ortiz Cano, Sandra Domínguez Ángel y el de otra persona más cuyo nombre no ha sido revelado.

 

Antes del 23 de diciembre se conocerá qué registros son avalados y los nombres de los morenistas que serán oficialmente considerados en la encuesta que llevará a cabo la dirigencia nacional del partido para elegir al candidato o candidata que representará la alianza de Morena, PT, PVEM, Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social de Tlaxcala.

 

El proceso interno de Morena sigue sin emocionar a los tlaxcaltecas y lo que es peor es que ese partido que encabeza las preferencias electorales rumbo a los comicios del próximo 6 de junio no muestra músculo, estructura, proyecto, fortaleza, ruta, unidad ni certeza.

 

Los morenistas están dando ventajas a sus adversarios políticos que siguen una ruta clara y definida. PAN, PRI, PRD, PAC y el PS aprovecharán los tiempos que otorga la ley para posicionar su bloque opositor y ganar presencia mediática al destacar que ellos si son capaces de construir la unidad y trabajar con seriedad, dejando que las acusaciones de corrupción, dados cargados, favoritismo y conflictos se concentren en Morena y sus precandidatos.

 

A Mario Delgado le urge poner orden en Tlaxcala, pues es obvio que la senadora Cecilia Margarita Sánchez García que fue designada desde el 14 de noviembre como delegada del CEN de Morena en el estado no ha hecho acto de presencia y no ha emprendido ninguna acción para evitar la división del partido.

 

En Tlaxcala no hay orden ni liderazgo en el partido del presidente López Obrador.

 

Por cierto, hoy la alcaldesa Anabell Ávalos Zempoalteca rendirá su Cuarto Informe de Gobierno al frente del ayuntamiento capitalino, con lo cual quizá inicie su despedida formal como funcionaria para aparecer en los siguientes días como la priista que se encamina para convertirse en la candidata a la gubernatura por el bloque opositor amplio.

 

Su salida oficial de la presidencia municipal de Tlaxcala se podría dar el 15 de diciembre, aunque no se descarta que ese movimiento se pueda concretar también el 18 o 21 de diciembre.

 

La sucesión avanza y será cuestión de días para confirmar quiénes serán los candidatos y candidatas que se enfrentarán en las urnas en una elección que para muchos será competida y de pronóstico reservado.