Dos datos obtenidos en los últimos estudios de opinión pública aplicados en la entidad que poco se han difundido pero que tienen un gran peso en la actual sucesión, reflejan claramente el sentir de los tlaxcaltecas y explican las razones por las cuales Morena, el partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encabeza las preferencias rumbo a las elecciones del 2021.

En estos momentos seis de cada 10 tlaxcaltecas quiere o es partidario de que otro partido diferente al PRI asuma el control del gobierno del estado, es decir, que los habitantes del estado desean la alternancia y no están del todo contentos con los resultados que han tenido tanto la administración del hacendado Mariano González Zarur como la del académico Marco Antonio Mena Rodríguez.

El otro dato es que cinco de cada diez personas que viven en Tlaxcala con credencial para votar y con la intención de acudir a las urnas el próximo domingo 6 de junio del 2021 está a favor de la conformación de un bloque opositor amplio donde participe el PAN, el PRI, el PRD y otros partidos políticos, con la intención de enfrentar en las urnas a la inminente alianza que integrará Morena, el PT y el PVEM.

Si bien los datos que arrojan los estudios demoscópicos indican que predomina la idea de que en Tlaxcala se lleve a cabo una alternancia en el gobierno de estado, el cual ha estado en manos del PRI desde el 2011 a la fecha, también existe la posibilidad de que un bloque opositor amplio pueda ganar las futuras elecciones siempre y cuando tenga al candidato o a la candidata indicada y que ésta logre sumar a los múltiples grupos que hoy en día no están de acuerdo con Morena y la forma de gobernar del actual presidente de México.

Las opiniones de los militantes de los partidos se encuentran divididas y en algunos casos confrontadas. En todos los institutos políticos se pasea el fantasma de la desunión y no se descartan fracturas internas dependiendo de las decisiones que se vayan asumiendo conforme se acerquen las fechas para elegir a sus candidatos al gobierno de Tlaxcala o para definir si van o no en una alianza.

El PRI no sólo enfrenta una marcada ausencia de liderazgo en la persona de Noé Rodríguez Roldán, actual líder del ex partidazo en la entidad, sino que además el grupo más consolidado ligado al marianismo está desmoronándose y buscando su sobrevivencia, pero ya sin el tutelaje del hacendado Mariano González o de su frustrado hijo Marianito González Aguirre.

Si el PRI decide ir sólo en los comicios del próximo año y con aliados tan insignificantes como el PS o el PAC, se encaminará a su muerte política porque difícilmente estará en posibilidades de disputar la gubernatura y más si lleva como candidato al mismo Noé Rodríguez o al ineficiente secretario de Educación Pública, Florentino Domínguez Ordoñez, por lo que su única alternativa de sobrevivencia es sumarse al bloque opositor amplio.

En el PAN las condiciones no son tan favorables como se piensa y hasta ahora siguen sin encontrar al candidato interno que los lleve a un terreno competitivo. La senadora Minerva Hernández Ramos insiste en ser la abanderada y busca que la diputada federal y ex dueña del partido, Adriana Dávila Fernández, respete el acuerdo establecido en las elecciones del 2010 cuando la primera declinó a favor de la segunda, a cambio de que en un futuro la oriunda de Texoloc recibiera su respaldo para buscar la gubernatura.

No todos los panistas están a favor de ir en alianza con el PRI y el PRD, sin embargo su oposición a esa posibilidad se modifica sustancialmente cuando se maneja la opción de que ese bloque sea encabezado por la actual presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca, lo que indicaría que ese grupo si tendría la oportunidad de meterse a la disputa por el poder.

En Morena se habla de cuatro aspirantes a la candidatura al gobierno del estado y aunque se asegura que cualquiera de ellos ganaría sin problemas las elecciones, la realidad es que la única que tiene un elevado nivel de competencia es Lorena Cuéllar Cisneros, la actual “super” delegada del gobierno federal en Tlaxcala.

En ese partido no se descartan las divisiones y las fracturas no sólo por la elección de su abanderado al gobierno del estado, sino en las designaciones de candidatos a las diputaciones federales y locales, así como a las alcaldías y presidencias de comunidad, pues aunque usted no lo crea la lista de políticos que quiere obtener un cargo de elección popular en los comicios del 2021 por ese partido es interminable.

La sucesión en Tlaxcala avanza y empieza a ponerse interesante.