Los pleitos infantiles que sostienen los actuales diputados han puesto en riesgo la reforma electoral de Tlaxcala, pues las enormes diferencias que muestran y que son muy similares a su hambre y protagonismo seguramente impedirá que los trabajos legislativos avancen, aunque no se descarta que tenga un momento de cordura y se pongan de acuerdo para sesionar y tratar los temas pendientes.

Los cambios que se proponen en materia electoral no son trascendentes ni incluyen asuntos relevantes, ya que al final se trataría de ajustar las fechas del calendario local para empatar con las recomendaciones que hizo el Instituto Nacional Electoral y otras modificaciones más que tendrían que ver con el registro de candidatos en línea y la posibilidad de presentar recursos de queja a través del Internet.

En caso de no concretarse la mencionada reforma, las autoridades electorales, partidos políticos y los ciudadanos tendrían que ajustarse a la actual ley de la materia que otorga certeza para celebrar los comicios del 2021, pues con esa norma no sólo fue electo el actual gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, sino los actuales diputados, alcaldes y presidentes de comunidad.

Este día los integrantes de las Comisiones Unidas de Asuntos Electorales, Puntos Constitucionales y Equidad de Género tratarán de avalar los dictámenes de la reforma electoral, sin que hasta ahora exista la garantía de que el trabajo legislativo se podrá sacar adelante, porque los dos grupos en disputa no están dispuestos a ceder y permitir que uno termine siendo considerado como el vencedor de su inútil y estéril guerra.

El grupo de 13 diputados encabezados por el morenista Ramiro Vivanco Chedraui que hoy en día controla los órganos de gobierno y las principales comisiones del Poder Legislativo no está dispuesto a mostrar debilidad y menos a cumplir los caprichos de aprobar la reforma electoral cocinada al vapor, sobre todo cuando sus adversarios representados por el también morenista Víctor Manuel Báez López y la petista Irma Garay Loredo, mantienen el pleito legal y la acusación de que fueron víctimas de violencia de género.

Pese a que una y otra vez el grupo de Báez y Garay ha sufrido reveses en las instancias a las que han recurrido para quejarse de la supuesta injusticia e ilegalidad de la que fueron víctimas, ese grupo de nueve legisladores insiste en hacer la vida de cuadros a sus adversarios y no aceptar que cuando tuvieron el control del Congreso del Estado los invadió la soberbia, la estupidez y una insultante ignorancia que los llevó a perder el poder.

Nadie se explica por qué a casi tres meses de haber sido removida de la poderosa Comisión de Finanzas y Fiscalización, la desprestigiada morenista María del Rayo Netzahual Ilhuicatzi promovió un amparo ante el Poder Judicial de la Federación para recuperar su cargo, cuando su trabajo fue gris, con sospechas de encubrimiento de posibles actos de corrupción y de obtener beneficios para sus recomendados y amigos en varios ayuntamientos.

Un elemento que quizá los diputados no han visto y que puede ser relevante, es la postura que asumirá el gobernador Marco Antonio Mena respecto a la probable aprobación de la reforma electoral, pues no se descarta que pueda vetarla al no estar de acuerdo con ella. lo que al final impediría concretar los cambios propuestos porque el tiempo legal para hacerlo estaría por vencerse.

Hasta donde se sabe, el gobierno de Mena Rodríguez nunca fue consultado sobre la mencionada reforma y los funcionarios del área jurídica desconocen los alcances y los cambios que se pretenden aprobar, por lo que no sería nada raro que la administración estatal optará por no publicar las modificaciones legales, como ha pasado con otros ordenamientos avalados por los legisladores locales.

Los diputados tlaxcaltecas deben analizar muy bien qué ruta seguirán este día porque pueden hacer el ridículo si terminan aprobando una reforma que el gobernador Mena terminará vetando por no estar de acuerdo con ella o porque tiene inconsistencias que lejos de ayudar terminará por complicar la organización de los futuros comicios.

Tuvieron tiempo de sobra para analizar y proponer cambios en materia electoral, pero nunca aprovecharon ese valioso elemento que hoy casi no tienen porque la fecha límite para concretar ese trabajo es el 29 de agosto.

A la par de que los dos grupos de legisladores discutirán y se enfrentarán por la mentada reforma, también pondrán en negociación la elección de los integrantes de la siguiente mesa directiva del Congreso de Estado que en 10 días más entrará en funciones.

La moneda está en el aire y en unas horas más sabremos si hay o no reforma electoral.