La posibilidad de que los legisladores locales aprueben en los siguientes días una reforma electoral de gran calado o de avanzada es nula, porque no sólo se carece de los consensos para impulsar y concretar cambios relevantes, sino que no hay voluntad para incluir las propuestas de los partidos políticos que buscan contar con un marco jurídico moderno que garantice el adecuado desarrollo de las elecciones en Tlaxcala.

Los diputados nunca aprovecharon el tiempo y la pandemia del Covid-19 alteró sus planes de reforma, al grado que hoy en día tratan de aprobar una serie de cambios que son una incógnita porque a estas alturas nadie conoce a detalle ni se sabe qué modificaciones serán avaladas.

Se habla que propuestas tendientes a regular la paridad de género, establecer cuotas de jóvenes, de adultos mayores, de indígenas y de personas con discapacidad en las candidaturas no serán incluidas en la reforma electoral, así como tampoco se discutirá la necesidad de aumentar el porcentaje de 3 a 4 por ciento que exige la ley para asignar diputaciones plurinominales y regular la sobrerrepresentación.

La fijación de cuotas sería un avance importante porque se estaría dando voz y voto a sectores que suelen ser marginados o sencillamente no cuentan con representación en el Congreso del Estado. Respecto al porcentaje antes mencionado sólo se pretende corregir esa inconsistencia, porque el 3 por ciento era correcto cuando había 32 legisladores locales y el 4 por ciento correspondería a los 25 diputados con los que se compone hoy en día la legislatura local.

Hasta donde se sabe, tampoco se tiene previsto aprobar cambios que permitan el registro en línea de los candidatos ni el voto electrónico porque implicaría el gasto de cientos de miles de pesos que la autoridad electoral no tiene.

Resulta obvio que a los diputados no les interesan los temas electorales que son importantes analizar y cambiar para tener una reforma que sirva y garantice un adecuado desarrollo de los comicios del 2021, tan es así que ni siquiera tienen el interés de regular la reelección de legisladores.

Su falta de voluntad y compromiso permitirá nuevamente al desprestigiado Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones regular y aprobar acuerdos que traten de suplir lo que no está en la ley y que en ocasiones los partidos políticos impugnan o se inconforman porque perciben que la autoridad electoral se excede en sus funciones y atribuciones.

Una propuesta que ha avanzado en la mentada reforma que se podría aprobar en los siguientes días, tiene que ver con la elección de regidores de mayoría, pues se busca que éstos también sean votados a fin de que también se ganen su lugar en el Cabildo como lo hace el alcalde y el síndico.

Pronto se tendrán más detalles sobre los cambios que avalarán los legisladores, pues si no los someten al pleno esta semana será a más tardar la otra, lo que implicará trabajar a marchas forzadas para tener todo aprobado antes del 28 de agosto, fecha límite que se tienen para modificar ese marco jurídico.

La reforma electoral en Tlaxcala será light e intrascendente, como ha resultado la actual legislatura local.