Ubicarse entre los gobernadores que lograron una calificación promedio aprobatoria en el manejo de la emergencia sanitaria para enfrentar al Covid-19, pone a Marco Antonio Mena Rodríguez en una posición aceptable para planear el cierre de su administración ante un escenario desalentador donde la crisis económica, el desempleo y la inseguridad serán problemas que pegarán a los tlaxcaltecas en los siguientes meses.

Un dato que resulta relevante de las mediciones que han llevado a cabo varias empresas encuestadoras (Mitofsky, México Evalúa, Massive Caller, Arias Consultores y C&E) para valorar el desempeño y trabajo de las autoridades federales y estatales, es que los tlaxcaltecas dan casi la misma calificación tanto al presidente Andrés Manuel López Obrador como al gobernador de Tlaxcala, Marco Mena.

Sin embargo, donde existe una diferencia es el nivel de confianza de las acciones emprendidas por ambos mandatarios, pues mientras a López Obrador 42 por ciento de los tlaxcaltecas le tiene mucha confianza a Marco Mena sólo el 26 por ciento.

De ahí que casi 8 de cada 10 tlaxcaltecas opina que el gobierno federal es el que está haciendo más para evitar la propagación del virus de Covid-19 y sólo 2 de cada 10 personas que viven en el estado reconoce los esfuerzos de la administración estatal en esa materia.

Respecto a la información oficial sobre el número de contagiados, personas fallecidas y pacientes recuperados, el 61 por ciento de los tlaxcaltecas dice confiar mucho y sólo el 20 por ciento sostiene que no confía en nada.

El 44 por ciento de las personas entrevistadas opina que el gobierno es el culpable del brote de Covid-19 y el 91 por ciento considera que la actual cuarentena es un privilegio o un lujo.

En estos momentos, 50 por cientos de los tlaxcaltecas percibe ya hay una afectación en su economía, 24 por ciento en su trabajo y un 23 por ciento en la permanencia de su empleo, de ahí que 59 por ciento pronostica que las consecuencias de la pandemia se traducirá en una crisis económica, 21 por ciento en la pérdida de trabajos formales y un 14 por ciento refiere el número de muertes que dejará la enfermedad.

Los tlaxcaltecas saben que vienen meses difíciles, situación que obligará a las autoridades estatales a mostrar sensibilidad y eficacia para ir atendiendo y resolviendo los problemas que se presenten una vez terminada la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus.

Hasta ahora el 43.5 por ciento de los tlaxcaltecas aprueba la compra de equipo para tratar a los infectados y sólo el 29.9 por ciento lo desaprueba. Además, el 47.7 por ciento de las personas avalan las acciones emprendidas para fortalecer los hospitales y al personal del sector salud y sólo un 34.8 por ciento dice no estar de acuerdo.

Respecto a las jornadas de sanitización y limpieza, el 54.7 por ciento de los habitantes del estado aprueba esas medidas y un 27.3 por ciento las desaprueba.

En el rubro de apoyos para personas en pobreza, discapacitados y desempleados al gobierno del estado no le va bien, pues sólo el 34. 2 por cientos de los tlaxcaltecas los avala y el 42.9 por ciento no los aprueba.

Sin embargo, los números cambian cuando se trata de ver la aceptación de los programas económicos para las pequeñas y medias empresas. El 44.9 por ciento de los habitantes los respalda y un 35.1 por ciento los desaprueba.

En lo que se refiere a la evaluación de la transparencia en las acciones del gobierno para enfrentar la pandemia de Covid-19, la administración de Marco Mena no sale muy bien calificada, debido a que el 47.5 por ciento de los tlaxcaltecas la desaprueba y sólo el 33.8 por ciento la respalda.

Finalmente, en el rubro de seguridad independientemente del combate que existe hacia el coronavirus, casi el 50 por ciento de los tlaxcaltecas la desaprueba y sólo el 34.6 por ciento la respalda.

La realidad de Tlaxcala es otra y es muy diferente a la que se tenía en enero de este año.