La probable imposición de Adolfo Escobar como coordinador de los próximos diputados del PAN puede provocar la renuncia de varios legisladores a esa bancada.

Los perredistas tlaxcaltecas están más preocupados por ver como se destrozan que en diseñar una estrategia que les permita recomponer su rumbo y salir del hoyo en que se encuentra hundido ese partido.

La debacle electoral que sufrió el PRD el pasado 4 de julio es responsabilidad no sólo de la ex candidata al gobierno Minerva Hernández, sino de diferentes militantes de ese partido que lejos de apoyar a su abanderada optaron por brindar su respaldo al priista Mariano González que resultó vencedor de la contienda.

Si bien la candidatura de Minerva generó divisiones internas en el partido de sol azteca y enfrentó la quintacolumna perredista, lo cierto es que tampoco existía otro militante con el posicionamiento y presencia que tenía la senadora para disputarle la nominación.

Minerva fue rechazada al decir de algunos perredistas sólo por ser mujer y de esa forma dejó de tener el apoyo de Luis Mariano Andalco López, Arnulfo Corona Estrada, así como del alcalde de Zacatelco Felipe Sánchez Lima y del diputado local Antonio Mendoza Romero.

Además, la candidata nunca contó con el respaldo del ex gobernador perredista de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya y Narciso Xicohténcatl, fundador del PRD en Tlaxcala,  lo que implicó que Minerva Hernández dejó de tener la estructura que opera a favor de Andrés Manuel López Obrador.

Es evidente que los perredistas que apoyaron a Mariano González están más preocupados en acomodarse en el gobierno del priista que en lograr la unidad y el relanzamiento del PRD.

Minerva Hernández aún no tiene claro cuáles serán los costos de su decisión dada a conocer el 26 de junio, cuando dejó la contienda por el gobierno de Tlaxcala para sumarse a la candidatura de la panista  Adriana Dávila.

Lo cierto es que la actitud de la senadora generó mucha molestia entre sus seguidores, pues del discurso combativo y críticas al gobierno de Héctor Ortiz y a la abanderada del PAN Adriana Dávila, paso al silencio y al abrazo cómplice.

La postura del líder estatal del PRD, Luis Roberto Macías Laylle, de iniciar el proceso de expulsión de al menos 20 perredistas de Tlaxcala lejos de contribuir a la unidad, alentará las luchas internas y sumirá al partido en una terrible crisis que colocará a la víspera de su funeral.

La disputa por la coordinación de los diputados panistas

Donde las cosas tampoco andan del todo bien es en el Partido Acción Nacional, pues la lucha por la coordinación de los diputados locales que entrará en funciones en unos meses ya inició.

Adolfo Escobar ex secretario de Gobierno y ex diputado federal se siente con derecho a tal cargo, sin embargo sus intenciones no son respaldadas por todos los diputados que ven en su compañero de partido a un político bisoño para enfrentar al PRI.

El impulsor de Adolfo es el “copitas” y que se desempeña como líder del PAN en Tlaxcala, Benjamín Ávila, sin embargo la imposición del ex secretario de Gobierno pude provocar la salida de la bancada del blanquiazul de uno o dos diputados.

Y si no me creen pregúntele a Alejandro Aguilar.