Un hecho inédito y controversial resultaron las protestas de jóvenes de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, quienes el pasado viernes decidieron salir a las calles de la ciudad y después llevar a cabo su inconformidad por el acoso sexual y amenazas que enfrentan hasta el informe del rector Luis González Placencia que se realizaba en el Centro Cultural Universitario.


Nadie sabe si al interior de la UATx ya se hicieron presentes los aires democráticos y de libertad entre los alumnos que por fin tuvieron el valor de organizarse y protestar o si las manifestaciones de la semana pasada sólo fue un hecho para manchar la gestión de Luis González que poco a poco ha pintado su raya y su distancia con los grupos que facilitaron su llegada a la rectoría de la Universidad como el de los Ortiz y el de los Vázquez Galicia.

Pensar que esas manifestaciones se hubiera realizado unos años atrás era imposible y sobre todo que éstas tuviera como eje la denunciad del acoso sexual en la UATx, práctica que no es nueva y que ha existido por años y que ha involucrado no sólo a docentes, sino al personal directivo de la institución.

Casos y ejemplos de abusos, hostigamiento y presiones que han sufrido los estudiantes de diferentes carreras sobran, de ahí que resulta alentador que un grupo de jóvenes haya decidido en concordancia con las protestas que a nivel nacional existen sobre el tema exigir un alto y castigo a esas conductas.

La semana pasada alumnos de la Facultad de Ciencias Económico Administrativas de la UAT del campus ubicado en el municipio de Amaxac lograron en fast track la suspensión de cuatro maestros, a quienes al parecer no se les dio la oportunidad de defenderse, ya que las autoridades universitarios cometieron el error de dar como ciertos todos los hechos sin siquiera realizar una investigación que fuera concluyente.

Las protestas de los alumnos de la UATx no sólo involucraron la mencionada facultad, pues también señalaron que el problema de acoso sexual resulta grave en las escuelas de Medicina, Derecho, Contaduría y Filosofía y Letras.

El tema de la inconformidad de los estudiantes ha sido enfrentado por el rector de la Universidad Luis González Placencia, quien en todo momento ha dado la cara, pero quizás ha tomado medidas precipitadas que se le pueden revertir al no dar garantías de defensa a los maestros y sí todas las facilidades para que los alumnos se quejen y denuncien desde el anonimato.

El rector les está dando a los jóvenes universitarios tlaxcaltecas un poder y una fuerza que con el paso de las semanas se puede arrepentir, porque no dude que en los próximos días inicien protestas contra directivos de facultades y otras movilizaciones que pueden crecer y convertirse en un problema para la estabilidad de la UATx que por años ha estado bajo el control absoluto de los Ortiz y de los Vázquez Galicia.

No creo que los Ortiz y los Vázquez Galicia estén contentos con lo que está pasando en la UATx, porque es evidente que ya muestran signos de debilidad y que han dejado de mover todos los hilos de poder al interior de la Universidad.

El tiempo dirá si los aires de cambio que soplan en la UAtx llegaron para quedarse o si sólo se trató de un hecho aislado y de coyuntura que desaparecerá en los siguientes días.

Lo que es una realidad es que el informe anual de actividades correspondiente al periodo 2019-2020 que el rector González Placencia rindió paso desapercibido ni tuvo impacto mediático, pues sencillamente la parafernalia de manifestaciones y denuncias de acoso sexual de los estudiantes lo opacaron, de ahí que nadie sabe si esas protestas fueron alentadas para tal fin o en realidad surgieron espontáneamente en los días previos a ese importante evento universitario.

La duda existe. O no.