La semana que está por concluir deja muy malas noticias para el PRI que en los próximos meses tendrá que cargar una pesada loza que representará el escándalo de la detención y proceso penal que Emilio Ricardo Lozoya Austin, ex director general de Pemex durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, enfrentará por presunta corrupción y otras anomalías.

A lo anterior hay que sumar la brutal caída del 76 por ciento que a nivel nacional registró el número de afiliados al ex partidazo, ya que refleja el desánimo que existe entre sus seguidores que al parecer no están dispuestos a revivir al PRI que no encuentra la fórmula para recuperar el respaldo y apoyo de los ciudadanos.

Sin poder quitarse el estigma de ser un partido integrado por políticos corruptos, el PRI deberá enfrentar el rechazo y desprestigio que provocará el escándalo del caso de Lozoya Austin que seguramente involucrará a otros ex funcionarios priistas del gobierno de Peña Nieto, situación que si no es contenida afectará las campañas políticas de este año y su nivel de aceptación y competencia rumbo a los comicios intermedios del 2021.

Antes de que se diera la detención en España del ex director general de Pemex, el INE depuró los padrones de militantes de los actuales partidos políticos y reveló que el PRI perdió, en esa revisión, más de 4.9 millones de miembros, con lo cual se comprueba que el tricolor no ha podido superar el desánimo que le dejó la dolorosa derrota del 2018 cuando no pudo retener la presidencia de México, las posiciones en el Senado y en la Cámara de Diputados, así como el control de varios Congresos estatales.

En Tlaxcala el fantasioso líder del PRI, Noé Rodríguez Roldán, insiste en que el tricolor está más vivo que nunca y que para marzo tendrá 45 mil afiliados, de ahí que ese timorato dirigente nunca reconocerá que ese partido dejó de tener fuerza y presencia y que su actual estructura está compuesta por puro cascajo.

Seguramente piensa igual que otro ex dirigente estatal del PRI y que hoy se desempeña como secretario de Fomento Agropecuario de nombre Arnulfo Arévalo Lara, quien asegura que los 87 mil campesinos y productores que tiene registrados en la dependencia y que de alguna u otra forma reciben un apoyo del gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez votarán por el PRI en las elecciones del 2021.

El panorama para el PRI rumbo a la sucesión del siguiente año es desalentador y complicado. Las mediciones de diferentes estudios demoscópicos confirman que la única precandidata que creció y logró consensos fue Anabell Ávalos Zempoalteca, la actual presidenta municipal de Tlaxcala, pues los demás aspirantes se estancaron o se perdieron por su tonta soberbia, porque lejos ponerse a trabajar en su posicionamiento en realidad utilizaron su cargo en el gobierno del estado y el tiempo para alimentar su enorme ego.

Con el pretexto de entregar a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) los documentos oficiales para lograr la Declaratoria del Conjunto Conventual de San Francisco como Patrimonio Mundial, el gobernador Marco Mena y la alcaldesa Anabell Ávalos viajaron a París, Francia, donde seguramente se habló y muy probablemente se pactó la sucesión.

La priista ha venido tejiendo fino no solo con otros partidos e influyentes grupos políticos de Tlaxcala, sino que al interior del PRI siempre se ha mostrado disciplinada y leal al mandatario Mena, por lo que no sería extraño que en los próximos días se le vea redoblando su trabajo y alianzas para lograr su objetivo de despachar en la oficina principal del Palacio de Gobierno.

En Tlaxcala muy pronto se hablará del inicio formal de los trabajos para establecer una alianza entre el PRI, el PAN y el PRD rumbo a las elecciones del 2021, lo que seguramente pondrá nervioso a Morena y sus aliados porque saben que si se concreta una coalición de ese tamaño y con Anabell Ávalos a la cabeza enfrentarán una real y verdadera competencia.

El PRI y Marco Mena siguen moviendo las piezas del ajedrez de la sucesión y por lo que se ve están llevando a cabo movimientos de precisión.