Sin proponérselo, el secretario de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi), Alejandro Serrano García, quizá sacó a la luz las diferencias y pleitos que se registran al interior de la actual administración estatal que hasta el momento ha sido incapaz de cumplir una de las promesas que a lo largo de tres años ha hecho el gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez.

Trascendió que el delicado Alejandro Serrano ya se amarró el dedo antes de cortárselo respecto a la operación del nuevo Hospital General de Tlaxcala que, según el funcionario menista, estará terminada la obra en julio de este año y corresponderá a otras instancias de la mediocre administración garantizar su equipamiento y funcionamiento.

Ante las constantes críticas que ha tenido la administración del aprendiz de gobernador Marco Mena, la cual no ha concluido ningún mega proyecto de los pocos que ha iniciado como la ampliación del Estadio Tlahuicole, la modernización de la carretera Tlaxcala-Apizaco o el mencionado hospital, el responsable de esos trabajos afirmó en una breve entrevista que “el tema del equipamiento y operatividad del nosocomio depende de otra instancia”.

“Les puedo decir que en julio estamos terminando al 100. Faltaría el equipamiento, pero de nosotros no depende, son adquisiciones que yo no manejo”.

Aunque pareciera que fue espontaneo e ingenuo, la verdad es que el chalán del poderoso vice gobernador Fabricio Mena Rodríguez lanzó unos dardos envenenados que tenían un destinario específico y que no es más que Luis Miguel Álvarez Landa, encargado de la Oficialía Mayor de Gobierno y responsable de las compras importantes de la actual gestión, por lo que desde ahora ya fue señalado como el culpable de que ese hospital no inicie operaciones en julio próximo.

En lo personal dudo que el nuevo Hospital General de Tlaxcala que se construye en una superficie de 16 mil 813 metros cuadrados en la localidad de San Matías Tepetomatitlán perteneciente a San Pablo Apetatitlán y que beneficiará a más de 370 mil tlaxcaltecas cuente para agosto o septiembre de este año con las 90 camas censables, las cinco salas quirúrgicas, las dos de expulsión y una más de tococirugía, así como las unidades de cuidados intensivos para adultos y neonatales.

Si para comprar 200 patrullas el mediocre gobierno de Marco Mena tardó más de dos años, dudo que el proceso de licitación para el equipo médico y de otros instrumentos que se requieren para ese nosocomio se pueda llevar a cabo con legalidad y transparencia en los siguientes meses, de no ser que como ha pasado en otras compras millonarias ya estén los dados cargados para beneficiar a ciertas empresas y proveedores.

Los pleitos y diferencias al interior de la administración menista empiezan a ser visibles y sólo demuestran que la mano que mece la cuna del gobierno es muy delicada e incapaz de poner orden.

Trascendió que la designación del magistrado José Lumbreras García como nuevo presidente del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) no dejó a muchos actores políticos contentos, pues sus ofrecimientos de encabezar una instancia abierta, imparcial, cercana a la gente, transparente, apegada a la legalidad y sin caer en el protagonismo no tienen mucha credibilidad, sobre todo por sus antecedentes priistas y por la estrecha relación que sostiene con una consejera del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).

Los inconformes con esa tórrida relación amorosa que puede influir en el desarrollo de los futuros comicios estarían documentado ese supuesto conflicto de intereses para llevar el caso ante las instancias correspondientes a fin de pedir que la actuación de ambos sea vigilada y se eviten conflictos que manchen el desarrollo del proceso electoral.

Trascendió que las prolongadas ausencias del diputado neo petista Miguel Ángel Covarrubias Cervantes no sólo estarían relacionadas con su viaje por el viejo continente, sino con el tratamiento de belleza al que se sometió para verse más atractivo y aparentar ser un metrosexual región 5.

Cuenta que ese vanidoso y delicado legislador se quitó papada y se arregló la nariz, pues alguien le sopló al oído que le hacían falta esos pequeños detalles para verse hermoso, listo y atractivo para buscar la gubernatura de Tlaxcala.

Por esa razón no se vaya a reír cuando lea o escuche que ese remedo de político se mueve para suceder a Marco Mena porque puede dañar sus vanidosos sentimientos.