La carrera por la sucesión en Tlaxcala se mantiene sin cambios y los pronósticos de ciertos analistas que sostuvieron que las tendencias cambiarían durante el presente año no se cumplieron, pues el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador conocido como Morena se mantiene a la cabeza en las preferencias al igual que la funcionaria federal Lorena Cuéllar Cisneros, quien hasta ahora conserva una enorme ventaja sobre sus rivales internos y externos.

Mientras Lorena Cuéllar tuvo que administrar su presencia mediática para no sobreexponerse y acelerar un desgaste natural como representante del gobierno de López Obrador, otros militantes de Morena como los senadores Ana Lilia Rivera Rivera y Joel Molina Ramírez, no lograron el crecimiento que esperaban en las simpatías de los tlaxcaltecas, pese a que todos los meses del año llevaron a cabo una descarada promoción de su imagen con el claro propósito de disputar en su partido la candidatura al gobierno del estado.

Morena ha logrado conservar en Tlaxcala, el segundo estado del país que más sufragios aportó al triunfo de Andrés Manuel López en los comicios presidenciales del 2018, su intención de voto, ya que ésta sigue oscilando entre el 40 y el 45 por ciento, mientras que la “super delegada” Lorena Cuéllar capta entre el 44 y el 49 por ciento de las intenciones para los comicios del 2021.

Aunque Ana Lilia Rivera y Joel Molina reportaron crecimientos en sus preferencias, la verdad es que éstos son marginales y los ubican aún muy lejos de entrar a una zona de competencia con la responsable de los Programas de Desarrollo en Tlaxcala de gobierno de AMLO.

Con lo anterior no estoy diciendo que Lorena Cuéllar tiene asegurada la candidatura en Morena al gobierno del estado, sólo que hoy en día es la política tlaxcalteca que encabeza las preferencias electorales en Morena y entre los ciudadanos con credencial para votar y que han manifestado su intención de acudir a las urnas el primer domingo de junio del 2021.

Si bien los estudios de opinión son una fotografía del momento en que se aplican, la realidad es que durante el presente año las tendencias no se alteraron ni sufrieron cambios significativos y a un año del arranque formal del proceso electoral de Tlaxcala pareciera que el PRI cederá el poder al no situarse en una zona real de competencia.

En el PRI, el partido del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, el panorama luce desalentador porque de la larga lista de aspirantes a la candidatura al gobierno, sólo Anabell Ávalos Zempoalteca, la actual alcaldesa capitalina, es la única que genera expectación y despierta simpatías, porque los otros suspirantes como el mediocre Florentino Domínguez Ordoñez, Anabel Alvarado Varela y Noé Rodríguez Roldán no emocionan a nadie.

Anabell Ávalos sabe que puede competir por la gubernatura de Tlaxcala siempre y cuando logre el auténtico apoyo del gobernador Marco Mena y construya una alianza opositora con el PAN y el resto de los partidos políticos ajenos al círculo de influencia de Morena, porque si esas condiciones no se logran las posibilidades de disputar la futura elección son reducidas.

El PAN no está cerrado a conformar un bloque opositor, pues sabe que si bien cuenta con aspirantes internos para la gubernatura (Minerva Hernández Ramos, Julio Cesar Hernández Mejía, Adriana Dávila Fernández y Juan Carlos Sánchez García), éstos no han podido posicionarse y ubicarse en el ánimo de los electores tlaxcaltecas, quienes según las encuestas estarían más inclinados en apoyar la llegada de un nuevo gobernador que sea afín al proyecto que encabeza López Obrador en el país.

Los análisis de prospectiva sobre la sucesión en Tlaxcala coinciden en que las tendencias electorales en la entidad se mantendrán en los siguientes seis meses, por lo que será hasta julio y agosto cuando quizá se registren algunas variaciones que estarán ligadas a los procesos que empezarán a vivir los partidos políticos para definir la constitución de alianzas y a sus probables candidatos a la gubernatura.

La cuenta regresiva para el gobierno de Marco Mena empezó y la sucesión avanza sin cambios, por lo que hay que esperar que las piezas del ajedrez se sigan moviendo para determinar si Morena se hará de la gubernatura de Tlaxcala o el PRI junto con sus aliados estará en condiciones de retener el poder.

Por lo pronto a nuestros lectores les deseamos felices fiestas y un buen año nuevo.

Este espacio entra en stand-by y en caso de que la ocasión lo amerite lo retomaremos.