Si el análisis y aprobación del presupuesto de egresos del presente año generó un desencuentro y un alejamiento entre el joven gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez y los diputados locales, el del siguiente ejercicio fiscal correspondiente al 2020 seguramente llevará a la ruptura entre los dos poderes porque medirán fuerzas para ver quien impone su criterio sobre la distribución y gasto de los recursos públicos.

En el presupuesto del 2019 el gobernador Mena no considera ningún recurso para que los diputados etiquetaran obra en los municipios y entregaran apoyos al campo, sin embargo los legisladores tlaxcaltecas decidieron llevar a cabo recortes en algunas partidas del Poder Ejecutivo para disponer de casi 500 millones de pesos que al final aprobaron.

En el plan de gastos del 2020, el Poder Ejecutivo no incluyó la partida que este año manejaron los diputados para obras y entrega de apoyos a las actividades del sector primario, por lo que ese dinero público lo canalizó al Poder Judicial, al programa de combate a la pobreza extrema denominado “Supérate” y a otras instituciones educativas y dependencias estatales.

Tal decisión provocó la molestia de la mayoría de los legisladores que empezaron a revisar el presupuesto de egresos del 2020 que el gobernador Marco Mena envió el pasado viernes al Congreso del Estado para su revisión y aprobación, el cual será sometido a una cirugía mayor porque así como hace un año los diputados hicieron ajustes, para esta ocasión también tienen previsto meter tijera.

De entrada, los diputados no están dispuestos a autorizar para el siguiente año un presupuesto cercano a los 400 millones de pesos al Poder Judicial, casi cien millones de pesos más con respecto al 2019. Tampoco avalarán el incremento al fondo del programa “Supérate” cuando hasta ahora los 200 millones de pesos que se autorizaron no se han ejecutado.

Los legisladores que han solicitado la comparecencia de la titular de la Secretaría de Planeación y Finanzas, María Alejandra Marisela Nande Islas, están molestos porque tal petición no ha prosperado y porque existe la sospecha de que en la actual administración hay varios subejercicios y fondos que están “perdidos”, como los 50 millones de pesos que se etiquetaron para atender a los enfermos renales de la entidad.

Hasta ahora no se sabe con precisión cuál es la intención del gobernador Marco Mena al presentar un Paquete Económico para el 2020 con tales características, pues de antemano el priista sabe que su propuesta no pasará y que ésta será modificada por los legisladores opuestos a su proyecto político, por lo que quizá busca que los diputados metan mano para estar en posibilidades de vetar el presupuesto, tal y como paso el año pasado.

Aunque el bobo y bisoño secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro, asegure que prevalece una buena vecindad entre ambos Poderes para trabajar coordinadamente en el análisis responsable de la propuesta de Paquete Económico 2020, la realidad es que el buen entendimiento del que habla es una vil simulación porque los diputados no se dejarán manejar y manipular, pese a que la responsable de presentar el dictamen del presupuesto es la torpe y convenenciera morenista María del Rayo Netzáhuatl Ilhuicatzi.

Cuando el presupuesto del siguiente año sea modificado, seguramente se lanzará una campaña y una serie de acusaciones en contra de los diputados locales de Morena, el PT y el PES, bajo el argumento de que cometieron la osadía de recortar dinero al Poder Judicial y al programa para combatir la pobreza extrema, lo que terminará por enrarecer más la relación con el gobernador Mena Rodríguez.

Para algunos diputados el proceder y el comportamiento del actual gobernador y su negativa a establecer canales directos de comunicación y negociación es una declaración de guerra, de ahí que muy pronto Marco Mena será sometido a un escrutinio por parte de los legisladores que están hartos de su raro estilo de ejercer poder en Tlaxcala.

La confrontación entre el gobernador y diputados es inevitable.

El pleito sacará chispas y muchos quedarán salpicados con suciedad que empezará a surgir.