Muy lejos está el PRI de recuperar su fortaleza y espíritu ganador, porque simplemente no ofrece nada nuevo a su militancia y a sus seguidores. Aunque se llegó a pensar que Alejandro Moreno Cárdenas, aspirante a la dirigencia nacional del ex partidazo, inyectaría un discurso novedoso y alentador, recurrió a la chotada demagogia de dibujar atributos que no tienen y carecen.

La visita de Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria, candidatos a la Presidencia y Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) prácticamente pasó desapercibida para la mayoría de los ciudadanos de la entidad, de ahí que la administración del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez recurrió a la burocracia estatal para llenar el Centro de Convenciones donde se llevó a cabo el encuentro partidista.

Sin la presencia de figuras destacadas o cuadros representativos del ex partidazo, el gobernador con licencia de Campeche recurrió a la diatriba y a la demagogia para tratar de animar a los priistas tlaxcaltecas que siguen sin superar la dolorosa derrota que sufrieron en las elecciones del 2018.

El PRI gobierna Tlaxcala, pero hace más de un año no pudo recuperar las posiciones pérdidas en el Senado ni retener las diputaciones federales que controlaba. Sus candidatos y campañas fueron tan malas que no lograron ganar ni una diputación local de mayoría, por lo que se tuvieron que conformar con un sólo lugar en el Congreso del Estado que obtuvieron por el principio de la representación proporcional.

El joven gobernador priístas Marco Antonio Mena se ubica entre los peores mandatarios estatales evaluados a nivel nacional, pues su aprobación apenas si supera el 20 por ciento cuando aún le faltan dos años para entregar el poder.

Según Moreno Cárdenas en Tlaxcala hay partido y capital humano, así como propuestas y coraje para retomar el rumbo y volver a ganar en las elecciones del 2021 en que los tlaxcaltecas elegirán gobernador, diputados federales y locales, alcaldes y presidentes de comunidad.

Sin embargo, valdría la pena que «Alito» explicara en dónde se encuentra el partido y los priístas, porque si uno revisa la actual dirigencia estatal en manos de Roberto Lima Morales comprobará uno que ahí cobran los cuates y los familiares y no los militantes que buscan que su partido reviva y reencuentre el camino del triunfo.

Y de las propuestas y coraje menor ni hablamos porque esos elementos no existen entre los priístas de la entidad.

Tlaxcala forma parte de las 12 gubernaturas que actualmente tiene el PRI y que le permiten gobernar a 42.5 millones de mexicanos, pero la gran duda que existe es si el ex partidazo podrá retener esa posición cuando hoy los diferentes estudios de opinión ubican al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como el favorito para ganar los comicios del 2021.

En la entidad los dados están cargados para Alejandro Moreno que seguramente ganará en agosto el proceso interno de su partido, lo cual no será ninguna novedad porque es obvio que al PRI lo seguirá manipulando el grupo del ex presidente Enrique Peña Nieto.

Si alguien pesaba que el PRI se iba a transformar a renovar déjeme decirle que está equivocado.