La diputada María del Rayo Netzáhuatl Ilhuicatzi, presidenta de la Comisión de Finanzas y Fiscalización, evidenció su novatez y sin proponerselo ya daño el proceso de aprobación o no de las cuentas públicas de los 104 entes fiscalizables, no sólo porque habría permitido que una legisladora aliada suya filtrara detalles de la información, sino porque ha permitido que alcaldes con serios problemas desacrediten el trabajo del Órgano de Fiscalización Superior con la intención de hacerse las víctimas de exageradas e inflexibles revisiones contables.

Carente de un liderazgo y de habilidades técnicas y políticas para dirigir una de las comisiones más importantes del Congreso del Estado, la morenista María del Rayo Netzáhuatl optó por el camino fácil que implementaron las anteriores legislaturas y que no es otro más que el de tratar de limpiar las cuentas públicas de uno que otro presidente municipal, para lo cual abren un periodo de audiencias donde la mayoría de los asistentes suele quejarse de las observaciones millonarias hechas por el OFS para después argumentar que éstas carecen de sustento y están dirigidas para desacreditar su honrado trabajo.

Sin dejar de reconocer que la información final del OFS pudiera llegar a tener errores humanos al momento de realizar sumas que afecten el resultado de los montos observados, la realidad es que los presidentes municipales usaron las audiencias y la presencia de los medios de comunicación para desacreditar a los auditores del Órgano de Fiscalización Superior sin que la diputada Netzáhuatl Ilhuicatzi saliera al menos a llamar a la prudencia a los ediles que son muy buenas para criticar y excederse y muy malos para solventar en los tiempos establecidos en la ley sus observaciones millonarias del periodo fiscal 2018.

El casquivano presidente municipal de Panotla, el perredista Eymard Grande Rodríguez, es uno de los que tiene una permanente diarrea verbal contra el OFS porque por segundo año consecutivo podría enfrentar la reprobación de su cuenta pública. En 2017 sus presuntas anomalías financieras sumaron casi once millones de pesos y la del 2018 casi llegan a los nueve millones de pesos.

Su muy innegable cercanía con la diputada del PRD, Laura Yamili Flores Lozano, de muy poco le ha servido para recibir el manto protector del Congreso del Estado, de ahí que ese voraz alcalde que seguido se encuentra envuelto en escándalos de alcohol y mujeres también recurrió al coordinador de los legisladores locales del sol azteca, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, para que a través de su delicada intervención pudiera lograr la aprobación de la cuenta pública del 2018, lo cual al parecer no sucederá porque sus anomalías no se pueden borrar con una monumental borrachera como está acostumbrado ese diminuto perredista.

Si el proceso de aprobación de cuentas públicas ya se encuentra contaminado y cuestionado, en gran parte se debe a la inexperta María del Rayo Netzáhuatl que no da una.

Para desgracia del bloque mayoritario integrado por Morena, el PT y el PES en el Poder Legislativo, la actuación de esa diputada puede incidir en desgatar aún más la deteriorada imagen de los diputados de la cuarta transformación, ya que si modifican o cambian el sentido de algún dictamen de reprobatorio a aprobatoria habrán caído en lo mismo que hacia el PRI, el PAN o el PRD cuando controlaban el Congreso del Estado.

Después de los múltiples errores de la diputada morenista Netzáhuatl Ilhuicatzi, no dude que su permanencia en la presidencia de la influyente Comisión de Finanzas y Fiscalización está en riesgo, por lo que también podría seguir los pasos de su compañero Víctor Manuel Báez López que fue removido de la titularidad de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Poder Legislativo por incapaz.

Los actuales diputados locales se han enredado y complicado las cosas ellos mismos, al grado que no tardarán en ser presionados por los habitantes de diferentes municipios que están inconformes con sus autoridades municipales a quienes acusan de malversar los recursos públicos. Las protestas y conflictos en algunos ayuntamientos ya están tocando la puerta y es cuestión de días para ver las manifestaciones.