La salida de Zoé Robledo Aburto de la Secretaría de Gobernación para ocupar la dirección general del IMSS tras la escandalosa renuncia del expanista Germán Martínez Cázares, seguramente trastocará la frágil estabilidad que se registra en algunos Congresos locales entre los diputados que conforman el bloque mayoritario de la cuarta transformación, pues el encargado de contener las divisiones y confrontaciones internas ahora se dedicará a atender la problemática de esa institución del área de la salud.

Si el actual presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, Víctor Manuel Báez López, aún se mantiene en el cargo fue por la intervención del subsecretario de la Segob Zoé Robledo que evitó la fractura de la coalición legislativa integrada por Morena, el PT y el PES, ya que a principios de noviembre del año pasado ese funcionario comprobó que los diputados tlaxcaltecas de ese grupo rechazaban el liderazgo del oriundo de Zacatelco por su abierto entreguismo a la administración del gobernador priista Marco Antonio Mena Rodríguez.

Báez López se pudo mantener porque también contó con el apoyo incondicional del líder de Morena en Tlaxcala, Joel Molina Ramírez, quien hoy también despacha como senador y presume a todos los que quieren escucharlo que no sólo es el operador político del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, sino su amigo y su gallo para convertirse en candidato a la gubernatura.

Otro que ayudó al ex alcalde de Zacatelco Víctor Manuel Báez es el senador con licencia y actual director del Canal Once, el ex gobernador José Antonio Álvarez Lima. Esos personajes han creado un triunvirato en el Poder Legislativo de Tlaxcala, el cual establecieron para satisfacer sus intereses, pues cuando les conviene se ponen a las órdenes del gobernador Mena y cuando no se muestran como un blandengue bloque opositor.

La intención de ese triunvirato es disputar la candidatura de Morena al gobierno del estado a la actual “superdelegada” del gobierno federal, Lorena Cuéllar Cisneros, de ahí que no pierden la oportunidad para promover a Joel Molina que se muere por ser el sucesor de Marco Antonio Mena en el 2021.

Como se lo mencioné hace un momento, el diputado Víctor Manuel Báez fue removido de la coordinación del grupo parlamentario de Morena en noviembre, cargo que desde esa fecha dice detentar la gris Ana Bertha Mastranzo Corona que nunca tuvo el coraje, la audacia, la intrepidez, el arrojo, el brío, el ímpetu, el ánimo, la determinación, el valor, la bizarría, la gallardía, la enjundia, el atrevimiento y la osadía para llegar a la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado que por lógica política debió ocupar.

A casi nueve meses de que la actual legislatura de Tlaxcala asumió funciones y sin la abierta intervención de Zoé Robledo, el panorama para Víctor Manuel Báez es desalentador porque cada vez se reúne el consenso necesario entre los 25 diputados locales para removerlo de la presidencia del mencionado órgano de gobierno del Congreso del Estado.

Su único aliado visible e incondicional es el quebradizo diputado perredista Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, quien ahora enfrenta un escándalo luego de utilizar con fines políticos a más de 200 personas inscritas en el programa federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”.

El gobierno de Mena Rodríguez se anticipó a lo que podría venir y decidió retirar al enlace que había designado para negociar y pactar con los diputados, ya que en varias ocasiones durante diferentes procesos legislativos comprobó que Báez López no sólo carecía de control y liderazgo entre sus compañeros, sino que tampoco cumplía los acuerdos previamente establecidos.

La guerra de baja intensidad que se vive en Tlaxcala por la candidatura de Morena al gobierno del estado es real y pronto podría subir de tono. El diputado Víctor Manuel Báez podría ser la primera baja, aunque tampoco se descarta que se mantenga en su actual posición y demuestre que su triunvirato está fuerte y empieza a ganar terreno en la batalla por la sucesión.

En unos días veremos a que grupo perjudicó más la salida de Zoé Robledo de la Secretaría de Gobernación.