Tras permanecer oculto por varios meses y con un bajísimo perfil, por fin el ex diputado federal priista Alberto Amador Leal, coordinador de Asesores del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, se mostró ayer en la reunión que el mandatario sostuvo con David Cervantes Peredo, subsecretario federal de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Alberto Amador es oriundo de Huauchinango, Puebla, estudió Ingeniería en el IPN y una Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos en la UNAM. Ha sido diputado federal a las LIV, LVII y LX Legislaturas, así como diputado local a la LIV Legislatura. A lo largo de su vida ha ocupado diversos cargos en las administraciones públicas federal y local.

El poblano llegó a Tlaxcala desde el año pasado y es uno de los pocos colaboradores que tiene acceso directo al gobernador que suele escucharlo y seguir sus recomendaciones. A él se le atribuye la creación del Programa “Supérate” con el cual la administración busca combatir la pobreza en que viven más de 74 mil tlaxcaltecas.

En la fotografía que ayer difundió el área de comunicación social del gobierno del estado sobre la reunión que sostuvo Marco Mena con funcionarios federales y estatales, se puede apreciar del lado derecho y al extremo al influyente priista que le habla al oído al gobernador y que sin duda tendrá que ver en las próximas decisiones administrativas y políticas que se tomarán en Tlaxcala.

Aunque tiene meses en Tlaxcala, el poblano había optado por la discreción y mantenerse alejado del reflector, sin embargo ayer ya se mostró y su presencia no pasó desapercibida porque en los corrillos del Palacio de Gobierno se empezó a escuchar que era el “asesor” y de los poquísimos privilegiados con acceso al mandatario, quien según dicen, sigue sin acordar o recibir a la mayoría de los miembros de su gabinete.

Se busca presidente de la JCCP

No lo cuente en voz alta pero resulta que al interior del Congreso del Estado cada vez se oye con mayor fuerza la necesidad de renovar algunos órganos de gobierno, debido a que hay muchos legisladores que están decepcionados del endeble liderazgo del morenista Víctor Manuel Báez López, quien por casi nueve meses ha intentado, sin lograrlo, controlar el Poder Legislativo de Tlaxcala.

El mencionado diputado primero perdió el respaldo de los legisladores de su bancada, para luego alejarse de los integrantes del PT y del PES que comprobaron que el presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso local atendía más a las recomendaciones del gobernador Mena Rodríguez que a las del bloque mayoritario.

Finalmente, se dice que no cumplió acuerdos con la chiquillada conformada por el PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y el Panal. Hoy su único aliado visible es el PRD que está bajo el mando del delicado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, quien sueña con llegar al Comité de Administración del Poder Legislativo.

La mayoría de los diputados locales no sólo están enojados por la forma en que se ha conducido el Congreso del Estado en los últimos meses, sino del intenso golpeteo mediático que han recibido y que nadie ha podido frenar.

El consenso que se ha generado es sobre la necesidad de impulsar un relevo en la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política, de ahí que los diputados inconformes con el desempeño de Víctor Manuel Báez ya buscan a su sucesor, por lo que no descarte que se pueda registrar un cambio en esa privilegiada posición.

Ahora que el gobernador Marco Mena sacó temporalmente las manos del Congreso de Estado veremos si la mayoría de los diputados de Morena, el PT y el PES aprovechan esa oportunidad y logran quitarle el poder al ex alcalde de Zacatelco que goza del respaldo del ex gobernador José Antonio Álvarez Lima y el senador y líder de Morena, Joel Molina Ramírez.

El pleito por ese cargo al parecer es inevitable.