La designación de nuevo director general de Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (Cecyte) cuya responsabilidad recayó en el gris y veleta Teodardo Muñoz Torres no implicó ninguna sorpresa, debido a que ya se espera la llegada de un tonto útil que se prestara a tapar el cochinero en esa institución y que estampara su firma en los certificados de los estudiantes que están por concluir su educación media superior.

El sesudo análisis que según el secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro, emprendieron por casi seis meses las autoridades estatales para llevar a cabo el nombramiento del responsable del Cecyte, cuya dirección general se encontraba acéfala desde el 1 de diciembre del año pasado terminó por ser una vacilada.

Al final tal responsabilidad recayó en otro ex diputado local, como ha sido la constante en los últimos nombramientos realizados por el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena Rodríguez, quien ha recurrido a intrascendentes priistas y ex legisladores para llenar los espacios en su gabinete ante la falta de cuadros y equipo que ha mostrado durante casi 29 meses que lleva su administración.

Teodardo Muñoz era un marianista que no dudo ningún momento en ofrecer su respaldo al ex diputado federal Ricardo García Portilla para buscar la candidatura del PRI al gobierno de estado, al grado que aprovechaba cualquier ocasión para hablar mal y burlarse de quien hoy en su jefe político, porque según el ex alcalde de Papalotla era improvisado y carecía de carrera para convertirse en el sucesor del hacendado ex mandatario Mariano González Zarur.

Pero como vivir fuera del presupuesto es un error, Muñoz Torres no sólo olvido su marianismo, sino que ahora aceptó la dirección general del Cecyte para emprender toda una operación que permita enterrar las anomalías que existen en ese subsistema educativo, mismas que han sido solapadas y alentadas por el soberbio secretario poeta de Educación, Manuel Camacho Higareda.

El nombramiento del nuevo director general del Cecyte también fue aprovechado por el gobernador Mena para hacer otro movimiento y enviar algunos mensajes entrelíneas a los diputados locales y a los integrantes de su gabinete.

El mandatario por fin decidió remover al inútil Arnulfo Arévalo Lara de la posición que mal desempeñaba como enlace hacia el Poder Legislativo para designarlo Secretario Técnico de la Secretaría de Gobierno, posición que había sido eliminada pero que hoy en día se volvió a crear para dar cobijo al amigo y de paso dejar entrever que José Aarón Pérez podría tener sus días contados en tal dependencia porque su actitud de “dejar hacer y dejar pasar” no ayuda en nada a la gobernanza moderna.

Muy a su estilo, Marco Mena también envió un mensaje a los diputados locales en el sentido de que su relación con ellos será institucional y que ya no habrá un trato preferencial para algunos legisladores, debido a que no cumplen acuerdos ni aceptaron someterse a la órbita de influencia que el Ejecutivo intentó imponer en los últimos nueve meses.

La relación entre el Ejecutivo y el Poder Legislativo será áspera, pues es una realidad que el mandatario priista no pudo establecer en buen entendimiento con los diputados de la cuarta transformación que con su mayoría (Morena, el PT y el PES) controlan el Congreso del Estado.

La delincuencia desatada y el procurador ni sus luces

Mal augurio tuvo la creación de la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana en Tlaxcala, ya que momentos antes de que esa dependencia fuera avalada por los diputados locales se llevó a cabo un absurdo robo al interior de una institución bancaria en la capital del estado que pone al descubierto la complicidad que existe entre los hampones, los empleados bancarios y la policía.

Resulta que unas personas de Teolocholco que acudieron a la sucursal de Banorte ubicada sobre el boulevard Guillermo Valle para obtener el dinero que lograron al ganar un juicio laboral contra el Cobat, se encontraban en las instalaciones del banco cuando un sujeto entró armado y sin dudarlo se dirigió a la mujer que cargaba una bolsa donde había guardado 270 mil pesos.

El ladrón le exigió a la joven dama la bolsa y al ver que ésta opuso resistencia disparó su arma hacia el techo, generando temor y confusión que el maleante aprovechó para obtener su botín y salir de Banorte para abordar una motocicleta que lo esperaba con otro cómplice.

Los ladrones que actuaron con total impunidad y con ayuda al interior del banco lograron darse a la fuga sin que la policía capitalina o estatal hiciera algo para evitarlo.

Como se podrá dar cuenta, pareciera que las bandas criminales tienen permiso para operar impunemente en Tlaxcala, pues es la fecha que el inútil procurador de Justicia, José Antonio Aquiahuatl Sánchez, no hace nada para detener a esos hampones que tienen meses cometiendo sus fechorías por todo el territorio estatal sin que nadie se atreva a ponerles un alto.

Que lamentable que la delincuencia esté desatada y fuera de control.